El intendente y los ruralistas tuvieron un encuentro para la puesta en marcha de la prohibición del agroquímico. El campo le aconsejó una aplicación gradual y le advirtió que varios productores y comerciantes irían a la Justicia.
A menos de una semana de que en el Concejo Deliberante de Gualeguaychú se aprobara la ordenanza para prohibir el uso, la venta y el acopio de glifosato en el ejido de la ciudad, el intendente Martín Piaggio recibió ayer al mediodía a las autoridades de la Sociedad Rural de Gualeguaychú (SRG), donde tuvieron un primer acercamiento y hablaron sobre el modo de llevar a la práctica la disposición.
“El Intendente está convencido sobre la prohibición, y es una bandera que él enarbola. Pero nosotros lo que le dijimos es que aplicar la ordenanza de un día para el otro va a traer consecuencias: muchos productores que están dentro del ejido van a quedar en la calle y se va a masificar el éxodo del campo”, sostuvo en declaraciones a ElDía el presidente de la SRG José Colombatto.
“La salud es un tema muy delicado, por eso creo que (Piaggio) ha tenido una apertura y que por eso nos convocó a discutir los pormenores”, agregó Colombatto, quien consideró que el llamado y el encuentro fueron hechos positivos: “Nos fuimos con el compromiso de volver a reunirnos y ver si podemos diagramar algo en conjunto para que se produzca una transición hacia una ciudad libre de glifosato”.
En el mismo sentido se manifestó el Intendente luego de la reunión: “El objetivo de este encuentro fue comenzar a trabajar juntos un camino sobre la producción, en la búsqueda de un mecanismo a modelos más amigables y saludables. Esta es una instancia importante para empezar a buscar un trabajo común a una transición que sabemos y conocemos que no es sencilla”, afirmó Piaggio.
Los directivos de la SRG le aconsejaron al Intendente “comenzar con la aplicación de la ordenanza de manera gradual, ser llevado el tema de a poco, encontrar un reemplazo que sea superior a los agroquímicos contaminantes y concientizar a la gente educándola, algo que no sucede de un día para el otro”.
“Nuestra postura es declarativa, sabemos que de un día para el otro no se puede modificar el modelo productivo, y es en este sentido en que los invito a trabajar juntos, reconociendo los temas que a la gente le importan”, puntializó en este sentido el mandatario municipal.
Pero además, los ruralistas también le advirtieron sobre una consecuencia que puede ser muy perjudicial para toda la comunidad y el Municipio: “Le recalcamos en la reunión que hay productores y comerciantes que quieren demandar a la Municipalidad y que se declare inconstitucional la ordenanza. No queremos que caiga una lluvia de amparos, porque eso no beneficia a nadie, y por eso le dijimos que no podemos perder más tiempo”, resaltó Colombatto.
Finalmente, Colombatto señaló que solicitaron a Piaggio que para los próximos encuentros convoquen también a los demás integrantes de la Mesa de Enlace y, con un dejo de escepticismo, manifestó que espera que el camino que se inició ayer se mantenga en el tiempo: “A más tardar esta semana o la otra tenemos que volver a reunirnos y ver cómo podemos mejorar la ordenanza. Por lo menos eso fue lo que yo interpreté. Si el compromiso asumido se cumple, creo que vamos a poder llegar un mejor puerto”.
Agroecología, ¿si o no?
Casi en simultáneo a la reunión del Intendente con la SRG, el Municipio informó que se convoca a los productores del ejido de la ciudad para capacitarse y recibir asistencia técnica en modelos de producción sustentable.
El plan de la Dirección de Producción y Desarrollo Económico es que desde el lunes 23 de abril los interesados se acerquen a Belgrano 115, de lunes a viernes de 7 a 13, para recibir asesoramiento asistencia técnica y cursos de capacitación para desarrollar diversas alternativas para el crecimiento sustentable de la región basados en la agroecología.
Sin embargo, Colombatto no ve en este programa alguna solución a la problemática: “No es que esté en contra de la agroecología, pero lo que plantean es inviable. De hecho, la huerta ecológica del municipio tiene 16 personas empleadas, pero ningún productor tiene la espalda como para poder tener esa cantidad de gente trabajando. Nadie puede bancar eso, es una utopía. No le encuentro sentido, y a la hora de sacar cuentas, como en cualquier negocio, se ve que es inviable”. Fuente: El Día.