Como representantes de productores cooperativistas CONINAGRO quiere dejar expresado que la suba de combustibles impacta negativamente sobre los costos de los productores agropecuarios argentinos.
Es más, el costo de combustible tiene doble impacto, por un lado, lo afecta a los costos productivos y por el otro lado al costo de fletes de insumos y productos. En definitiva, los aumentos anunciados afectan a toda la cadena productiva.
Según los datos del Departamento de Economía de CONINAGRO los productores de Argentina necesitarán 3.018 millones de pesos más para cubrir los costos que tranqueras adentro y en transporte generan las subas.
La agricultura utiliza tranqueras adentro 1.034 millones de litros de gasoil. Este dato incluye laboreos, siembra, fertilización, pulverización, cosecha, transporte de insumos y movimientos dentro del campo. El precio del gasoil de junio a diciembre 2017, que es cuando se planifican las labores, aumentó 21%, pasando de $ 16,1 a $ 19,94 el litro. Como las labores se deben realizar de igual manera, el esfuerzo de la producción en inversión para gasoil en las actividades agrícolas se estima en 20.617 millones de pesos, significando un incremento en los costos dentro del campo por la medida de 1.448 millones de pesos u 84 millones de dólares.
Si sumamos el transporte de los granos, el esfuerzo se duplica, ya que el impacto se estima en 1.571 millones de pesos extra.
En otro orden CONINAGRO vislumbra una reforma impositiva que será ejecutada en forma gradual, mientras que algunos aspectos de la constitución de costos, los aumentos son directos, afectando una vez más a los productores.
Creemos que estas decisiones deben trabajarse con más tiempo para no perjudicar al motor de la economía que hoy genera la mayor cantidad de ingresos para el país, como el sector agroindustrial.