En Entre Ríos el GNC es el más caro del país, pero las conversiones subieron un 114%

El precio de un equipo de para Gas Natural Comprimido y el pago hasta en 18 cuotas le ganan la batalla al costo del combustible líquido

En Entre Ríos, el metro cúbico de Gas Natural Comprimido (GNC) es el más caro del país. Impulsadas por el precio de la nafta, en el último tiempo, las conversiones de los autos con combustible líquido a este sistema crecieron en toda Argentina. De manera tardía, esta reactivación para el sector comenzó a sentirse semanas atrás en Entre Ríos y ya en junio aumentaron un 114% comparado con el mismo mes de 2017.
En la provincia hay 40.164 vehículos habilitados con GNC, cuando en Córdoba suman 272.408 o en Santa Fe 142.197. En los talleres locales, pero también de todo el país, hablan de una reactivación en el sector o una nueva puesta en marcha atada a los precios del combustible líquido ante los últimos incrementos que tuvo.
En junio de 2017 se realizaron en Entre Ríos 106 conversiones, es decir que esa es la cantidad de autos nuevos que pasaron a tener GNC. Pero en junio de este año sumaron 227 y las diferencias en los meses anteriores también se notan, aunque en menor medida.
Como todavía corre julio no se lo puede comparar, pero hasta ayer ya habían declaradas 209 conversiones para Entre Ríos, cuando en el mismo mes de 2017 –y completo– solo sumaron 154 cambios de sistema, lo que muestra también un crecimiento importante.
La revancha
Rubén Darío Villarruel está al frente de un gran taller en avenida Racedo y de otro en avenida Almafuerte. Es especialista en la conversión de vehículos, uno de los que más saben en la materia, es que además es conocedor de los números y las estadísticas.
Explicó a Uno que las conversiones que se realizan hoy son sofisticadas, de última generación y destinadas a los autos nuevos. Se trata de equipos, dijo, con la tecnología similar a la que viene de fábrica para el combustible líquido. Hoy, la conversión arranca en los 25.000 pesos, al menos en la capital provincial.
“Los que inician en ese precio tienen un cilindro pequeño, es decir que tienen una autonomía limitada”, dijo Villarruel, y es el tipo de equipos que se colocan en los taxis: “Andan en el ejido urbano, y realizan hasta tres cargas por día. Eligen estos cilindros chicos porque son los más económicos y porque ocupan menos espacio y permiten llevar equipaje”.
Desde ahí en adelante los precios aumentan, pero en una proporción que tampoco es tanto, suben entre 3.000 y 5.000 pesos. Facilitó el crecimiento, contó Villarruel, los programas Ahora 12 y Ahora 18, porque al pagarlo en cuotas sin interés también se amortiza más rápido la instalación.
“En Entre Ríos se da esta reacción notoria por la escalada del precio del combustible líquido”, destacó, y al comparar los precios afirmó que algunos conductores ponen el GNC o no pueden usar más el auto. “Pero en Entre Ríos esta reacción recién se notó en las últimas semanas, que fue con la escalada de la nafta porque Entre Ríos es la provincia que tiene más caro el GNC en todo el país”, afirmó Villarruel, y agregó que esta reacción se notó tiempo atrás en Buenos Aires y en Córdoba, incluso en Santa Fe. Y en esto el especialista también tiene razón. En la búsqueda de las estadísticas oficiales, según el Ente Nacional Regulador del Gas, en la provincia, en julio, el precio del metro cúbico está en 16,88 pesos promedio (en Paraná cuesta 16,98 – en San Salvador llega a los 18) y efectivamente es la provincia más cara. Le siguen Jujuy (16,734), Santiago del Estero (16,531) y San Luis (16,191). El promedio nacional es 14,99 pesos.
“El GNC implica impuestos municipales, provinciales, y hasta diferentes costos en el transporte y hay algunos elementos que justifican que en algunos lugares cueste más, pero no que Entre Ríos sea el más caro del país”, remató.
Los que conocen del rubro dicen que el metro cúbico de GNC debe valer menos de la mitad de lo que cuesta el litro de nafta súper más barata y en Paraná está a 31,30 pesos. El GNC a 16,98 todavía está por encima de ese parámetro. Sin embargo las posibilidades de pago de los equipos y un costo que con los programas se mantiene a lo largo de un año o un poco más, hacen más fácil amortizar las conversiones. Algunos tanques de combustible líquido se llenan con 2.500 pesos los más grandes, otros con un poco más de 1.000, pero a fin de mes lo que se gasta se acerca a la cuota que se debe pagar para colocar los tubos.
En 2016 amortizar el costo de instalación de un equipo en un auto durante un año parecía ser un hecho del pasado. El precio de los tubos, el valor del metro cúbico en las estaciones y la falta de financiación habían puesto en riesgo al sector. En Entre Ríos, durante agosto de ese año habían disminuido las conversiones un 47% con respeto al mismo mes de 2015 y la preocupación ganaba los talleres, donde afirmaban la posibilidad de cerrar establecimientos dedicados a la tarea. Se estaba por debajo, incluso, de las conversiones de 2001.
Habrá que decir que la reactivación actual está lejos de los números de otras épocas de auge, pero igual y a pesar de los precios, parece que el GNC, frente a la nafta y el gasoil, se tomó revancha.