El aumento del gasoil suma una nueva preocupación en el campo

En plena campaña se suma una nueva suba en un insumo clave para el sector. ¿Cuál es el costo adicional que deberán afrontar los productores?

El campo sumó una nueva preocupación en plena campaña gruesa con el aumento del combustible. En la jornada de hoy se sumó la estatal YPF a la lista de incrementos que había iniciado Oil, seguida por Shell, primero, y Axion, después.

El último aumento había sido en diciembre del año pasado, lo que afectó la competitividad del sector teniendo en cuenta que el combustible es un insumo fundamental a la hora de producir. De hecho, de acuerdo a un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, durante el último ciclo el consumo de gasoil por parte de los productores fue de 2.032 millones de litros.

En este sentido, el vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentina (CRA), Jorge Chemes, expresó en diálogo con Agrofy News que este nuevo aumento “provoca un deterioro de la rentabilidad que en algunos sectores ya esta muy caída”. “El ambiente es de preocupación”, agregó.

Tomando como base un relevamiento realizado en Rosario, la nafta súper pasó a costar de 24,99 pesos a 25,99 por litro, mientras que la Infinia llegó a 29,13 (antes, 27,80); el Diesel subió de 21,19 el litro a 21,99, y el premium (Infinia Diesel) saltó de 23,99 a 24,99.

DesdeConinagro estimaron el costo adicional que los productores deberán enfrentar en el actual ciclo en $ 7.800 millones, teniendo en cuenta los aumentos de diciembre y el reciente. “Esto esta hecho para agricultura, tanto tranqueras adentro como tranqueras afuera con el transporte”, explicó Silvina Campos Carlés, Asesora Económica de Coninagro.

Chemes destacó que este aumento “profundiza mucho más el deterioro y la crisis que estamos viviendo en algunos sectores que están muy mal“. Además comentó que “da la sensación que hay una transferencia notable de recursos del sector agropecuario al sector petrolero y hacia el estado también, teniendo en cuenta que una proporción muy alta del precio del combustible que se paga es un impuesto que va a las arcas nacionales”.

Por otro lado, Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma) destacó que el combustible es uno de los insumos básicos, por lo que impacta fuertemente sobre los costos: “Cualquier movimiento en el precio repercute en las tarifas, además detrás del combustible hay otros aumentos, al estar muchos insumos atados al dólar”.

Esto se vuelve más complejo teniendo en cuenta la falta de humedad que atraviesan varias regiones productoras de nuestro país: “Necesitamos una lluvia inmediata para atenuar este problema, dado que a menores rendimientos la situación se vuelve más compleja”.

Scoppa alertó que en en campo alquilado la rentabilidad es prácticamente cero y en zonas más alejadas al centro la rentabilidad ha caído para todos: “Nos preocupa la inflación que se mantiene en niveles elevados, lo que es un problema para el sector productivo”.

Desde CRA también destacaron el hecho de que este aumento del combustible resta rentabilidad en un ciclo en donde los rindes se verán afectados por la falta de lluvias: “Al reducirse los rendimientos por la sequía se concentra este valor negativo en menor volumen de producción”, expresó Chemes.

3800 litros anuales

La Sociedad Rural Argentina a través de su Instituto de Estudios Económicos y Negociaciones Internacionales ha estimado el consumo total de combustible del sector agropecuario argentino en 3.800 millones de litros anuales, computando todas las actividades agrícola-ganaderas y todas las economías regionales  tales como la producción de limones, forestaciones, frutas, hortalizas, algodón, arroz, pasturas, considerando también adecuaciones de caminos y generadores eléctricos.