Expresiones, voces, costumbres de la vida lugareña de ayer y hoy en el poema que Hernández publicó poco después de vivir y luchar aquí.
Cuando recordamos los 140 años de La Vuelta, la obra que completa El Martín Fierro, el estudioso diamantino Víctor Hugo Acosta acaba de publicar un libro con dichos, flora y fauna, presentes en el poema gauchesco que ahondan los vínculos de José Hernández con el territorio entrerriano.
“Aquí se puso a cantar”, se titula la obra de Acosta, con un detalle de una pintura del gualeyo Roberto “Cachete” González en su tapa, y este subtítulo: “El Martín Fierro y Entre Ríos”.
Con cuidada factura de Ediciones del Cle, el libro resulta una linda excusa para volver a conversar sobre los versos de Hernández editados en dos partes, en 1872 y 1879, y sobre la vida del autor como periodista y político en el litoral argentino, muy particularmente en Paraná, donde tuvo medio de comunicación propio, se casó, nacieron sus hijos y tejió relaciones con el poder y la paisanada.
A la literatura que existe sobre la presencia de Hernández en relación con Justo José de Urquiza y Ricardo López Jordán, incluso en el campo de batalla, Acosta le aporta una serie de expresiones del lenguaje y manifestaciones de la vida, que figuran en El Martín Fierro y son comunes en nuestra provincia.
Lo mesmo que el macá
En la página 66, por caso, leemos referencias a “tres bichos en el Martín Fierro: la cigüeña, el macá y la nutria”. Víctor Hugo Acosta hace jugar en esta entrega sus conocimientos personales en torno de la vida en las islas, los campos bajos, y las expresiones que siguen vigentes en nuestro territorio un siglo y medio después del poema.
“La cigüeña o tuyango, el macá y la nutria son parte de nuestra fauna más cercana, ya que esta provincia es virtualmente de agua, con sus imponentes ríos, sus telarañas de arroyos”, dice. Allí apunta la presencia del macá en nuestros humedales y en nuestro cancionero, y transcribe los versos que Hernández pone en boca del Negro: “es lo mesmo que el macá: cría los hijos bajo el ala”. Carlos Santa María dice en su conocida galopa Sueño pescador: “a la tarde iré a cazar algún macá”. Y Linares Cardozo: “si parece un macacito por el modo e’ zambullir”.
Sobre la nutria, el diamantino recuerda que aquí le llamamos nutria a los coipos, y Hernández canta: “y siempre como la nutria viviendo a orillas del agua”. El autor anota los estudios del historiador Fermín Chávez sobre la flora y la fauna en el Martín Fierro, y enumera una serie de referencias que coinciden con el paisaje entrerriano. Maíz, yerba, cardal, tacuara, breva, ombú, tala, mate, en fin. Respecto de los animales, cuenta referencias de la obra de Hernández a lo largo de seis páginas: ratón, tero, sapo, perro, mulita, carancho gaviota, lagartija, perdices, macá, hormiga, cerdo, águila, ñandú, mula, saguaipé, peludo, etc…
El autor se extiende luego en las diversas apelaciones al mate en la obra de Hernández, o a los juegos como el monte, la taba, el truco; a construcciones del léxico del litoral, a los aperos, a los apodos y la costumbre del sobrenombre entre nosotros, y a otras expresiones regionales registradas por diversos autores como Amaro Villanueva, Martiniano Leguizamón, Daniel Elías, Eufemio Muñoz, Marcelino Román, por ejemplo.
Golpiándose la boca
Dice Martín Fierro: “y golpiándose la boca hicieron fila adelante”. Acosta recuerda que es muy común entre los entrerrianos el golpearse la boca, como sinónimo de sapucay.
En los dichos y términos subrayados por el estudioso encontramos, cómo no, un notable acento entrerriano: “revolver el avispero”, “hacerse el chancho rengo”, “un planazo”, “una cosa tan jedionda”, por ejemplo.
“Yo primero sembré trigo/ y después hice un corral,/ corté adobe pa un tapial,/ hice un quincho, corté paja/… La pucha que se trabaja/ sin que le larguen un rial”, se lee en la obra de Hernández, donde Martín Fierro empieza a darse cuenta que lo están haciendo trabajar para el coronel a la fuerza, sin pagarle un peso. “Estos trabajos –apunta Acosta- son parte del historial de los trabajadores montieleros” y señala que los oficios subsisten en pleno siglo XXI.
Estamos leyendo de a poco el aporte de Víctor Hugo Acosta que acaba de llegar a nuestras manos, y hacemos esta referencia porque “Aquí se puso a cantar” va a inaugurar esta semana la Feria del Libro en Paraná, y será una linda ocasión para volver los ojos al Martín Fierro, cuando se cumplen 14 décadas de la publicación de La Vuelta en 1879. La presentación se hará entonces el viernes 4 de octubre a las 18, en la sede del Club Social.
Acosta sostiene que José Hernández “se inspiró en el sociolecto de los gauchos entrerrianos”; recuerda los años que el artista compartió con entrerrianos, como vecino, taquígrafo, periodista, político, guerrero, y señala una condición especial del poeta: su prodigiosa memoria.
No nos sorprende esta entrega de Víctor Hugo Acosta, que ha publicado trabajos sobre toponimia, música, creencias populares, circo criollo, más un ensayo sobre la presencia de Atahualpa Yupanqui en Entre Ríos, entre otras obras, además de participar del mundo del cancionero entrerriano con Las Voces de Montiel, con 40 años de trayectoria. Fuente: Tirso Fiorotto – Uno.