En estos días ha estado en el tapete los problemas para transitar por los caminos rurales del departamento San Salvador, que en muchas oportunidades quedan abandonados y con problemas para transitarlos.

En la época de la trilla del arroz esta situación resurge y se repite año a año.

Ese es el caso de la ruta 38 de ripio, denominada como ruta del arroz, donde se encuentra gran parte de la producción arrocera de San Salvador, y que debería ser mantenida por Vialidad del departamento. El mayor problema se registra a la altura del km. 205 de la ruta 18, ingresando al camino de ripio hasta Colonia Roca.

En diálogo con algunos productores comentaron a LA SEMANA que  “los caminos no se rompen por la lluvia, se rompen porque no tienen mantenimiento mínimo, no hay alcantarillas ni cunetas. Son un desastre”. Y uno de ellos grafico señalando que “tendrían que llamarse Los Senderos por donde los productores tratan de sacar su cosecha.

En los últimos dos meses no se ha visto ninguna máquina por el lugar y los pocos arreglos que se hacen los realizan los productores.

Tal vez por falta de presupuesto o desidia, las señalizaciones de los pozos se hacen con trapos y ramas.

Hace 60 días que no pasa una máquina y los pocos arreglos los hacen los productores.

Cuando hay que sacar la producción como sucede en estos días, los camiones tocan abajo en las huellas. Incluso remarcan el grave problema del PUENTE PETISO MENDES, que corre peligro de caerse porque ya no tiene cabezales.

Parece que en el encuentro del intendente y el senador con el gobernador esta semana se olvidaron de tocar este punto, clave para que se pueda trasladar la producción de arroz a las industrias arroceras de la ciudad, fuente principal de ingresos para el erario público.