El hecho habría ocurrido el martes en la zona de La Picada, pero no hay actuaciones policiales ni registros médicos, y el vehículo de la DPV, que quedó destruido, fue escondido.
En la noche de este martes, según trascendió un funcionario de la Dirección Provincial de Vialidad fue protagonista de un grave accidente en la zona de La Picada, en el acceso a Paraná, y el vehículo que conducía quedó inutilizable.
Al respecto, se desconocen las actuaciones policiales, informes de Vialidad, médicos, o cualquier registro oficial del accidente. Para las autoridades, tanto viales como policiales, el siniestro nunca ocurrió.
Más allá de que desde Vialidad se intenta ocultar todo, trascendió que el funcionario se conducía en una camioneta marca Chevrolet, dominio MJT 316, que volcó en la zona de La Picada debido a la gran velocidad a la que habría circulado el vehículo.
De todos modos, no se conocen las causas del accidente, aunque los testigos, siempre de manera extraoficial, afirman que ni siquiera se le hizo el test de alcoholemia.
El comentario entre los viales es que el funcionario en cuestión sería el jefe zonal de Alcaraz, Mario Chimento, quien a causa del accidente sufrió heridas que provocaron que fuera derivado al hospital San Martín de la capital provincial.
El vuelco se produjo alrededor de las 22 horas del pasado martes y Chimento habría sido dado de alta en la mañana del miércoles, aunque todavía debe recuperarse de las lesiones sufridas al colisionar el vehículo.
Lo llamativo y grave del caso es que la camioneta siniestrada inmediatamente habría sido escondida en los talleres que Vialidad posee en Paraná y que el hecho se tapó tanto por las autoridades de la DPV como por las policiales y las médicas.
En los registros oficiales, es como si el accidente nunca hubiera ocurrido, y lo peor de todo es que el Estado provincial pierde un valioso bien de valuada entre los 2 y los 3 millones de pesos, y de la reposición se harán cargo las arcas públicas.
Los mentideros viales se cuestionan qué hacía el funcionario conduciéndose en un vehículo de la repartición a las 10 de la noche, en plena cuarentena, siendo que actualmente las obras de la Dirección Provincial de Vialidad están paradas debido al aislamiento.
Este miércoles, los diputados provinciales del oficialismo aprobaron una polémica ley de Emergencia, que en realidad es un ajuste sobre los activos y pasivos de la provincia, con el argumento de resguardar los recursos del Estado.
Sin embargo, cuando un recurso del Estado es dañado de manera irreparable por la irresponsabilidad de un funcionario, las autoridades, en lugar de tomar acciones concretas para no dañar el erario público, ocultan el grave hecho.
Una vez más, Vialidad, una de las reparticiones estatales más polémicas, es protagonista de un escándalo con los desmanejos de los bienes del Estado.
En este caso, un funcionario que se conducía a deshoras en un vehículo de la repartición, destruyó completamente un recurso estatal millonario porque se habría conducido en estado de ebriedad.
De parte de las autoridades viales, la orden fue tapar todo, esconder el vehículo, que no se hicieran actuaciones policiales, y hacer como si no hubiera pasado nada.
Será el Estado provincial, son sus arcas en rojo, el que deberá reponer la camioneta. Para eso, entre otros desmanejos, se sancionó la ley de Emergencia que afectará seriamente los bolsillos de los trabajadores y jubilados.
El funcionario, que habría sido el culpable de destruir la camioneta del Estado, está bien, fue dado de alta, luego de que fuera atendido en el hospital público de referencia de la provincia, que lo atendió gracias a los aportes de los contribuyentes. Fuente: David Ricardo.