Se trata de Ricardo Garzia, pequeño productor ganadero, fundador y actual consejero de la Cooperativa Agropecuaria Federada Gobernador Mansilla Ltda. Es ingeniero agrónomo con un posgrado en Ecología Integral de la Red Universitaria por el Cuidado de la Casa Común (RUC), ex director del Consejo Directivo Central de Federación Agraria Argentina (FAA) y presidente, durante dos períodos, del Consejo Regional del INTA Entre Ríos.
Inició su relación con FECOFE en 2013 como integrante de la Comisión de Semillas de la FAA, donde luego de entrar en contacto con varios miembros de la Federación, advirtió importantes coincidencias en cuanto a la visión de un modelo de desarrollo agrario nacional. En 2021 concretó la asociación de su cooperativa de base, la Agropecuaria Federada Gobernador Mansilla Ltda. a la entidad. El 31 de mayo último fue elegido consejero titular y ocupa el cargo de secretario. En esta entrevista dialogamos sobre los temas centrales de cara a su nueva gestión como dirigente cooperativo.
-En líneas generales ¿Cuál es la situación del cooperativismo en Entre Ríos?
-La forma económica del cooperativismo es un fenómeno creciente en la provincia de Entre Ríos, tanto sea por demandas del territorio como lo que impulsa el gobierno de la provincia a través del Instituto de Promoción de Cooperativas y Mutuales (IPCYMER), que está a cargo del doctor Ricardo Etchemendy, y cumple fielmente el objetivo de su creación. Eso se ve en la provincia, a la luz de la existencia de generación de nuevas cooperativas, tanto sea del rubro de la producción primaria, como de la producción de alimentos. También en otros sectores donde es evidente una mirada nueva sobre el cooperativismo, por ejemplo la medicina, donde profesionales de una misma especialidad se juntan para cooperativizarse; en municipios chicos donde hay demandas para generar cooperativas de trabajo vinculadas con la cuestión ambiental y el reciclado. Es decir, que está reforzando el cooperativismo en sectores muy diversos que no son exclusivamente la producción agropecuaria. Veo mucho futuro para el fortalecimiento del cooperativismo en mí provincia.
-¿Cuáles identificas como las principales necesidades del sector cooperativo agropecuario en tu provincia?
-Veo dos tipos de demandas o necesidades. Por un lado, en esta coyuntura, el financiamiento es muy importante, ya que las cooperativas del sector agropecuario han encadenado tres sequías. Éstas han erosionado la posibilidad de permanencia de productores chicos, y en la provincia esa permanencia la resuelve pura y exclusivamente el sector cooperativo que siempre ha obrado y operado como el canalizador de financiamientos extraordinarios para que los productores tengan continuidad y no se vayan del sistema.
Por otro lado, hay demandas que se iniciarán con la presencia de la FECOFE en el universo cooperativo de la provincia. La Federación llega con una mirada diferente y más bien profunda sobre políticas públicas de largo plazo para el sector cooperativo, que incluye además reivindicaciones que están solapadas hoy en la Federación Agraria Argentina, como las cuestiones de fondo en el uso y tenencia de la tierra, los abusos en materia de reclamos de derechos de propiedad intelectual en semillas, la necesidad de armar un esquema de financiamiento que esté por fuera del circuito bancario y dentro del sistema cooperativo y mutual, habida cuenta de la imposibilidad de muchos pequeños productores de acceder al sistema financiero tradicional. Yo diría que esas son las principales demandas y necesidades, hay que pensarlas y poder ponerlas en el marco del largo plazo.
-¿Cuál es la importancia política del desarrollo de FECOFE en territorio entrerriano?
-La importancia política de la FECOFE en el territorio está sustentada en que tiene una mirada sobre el tipo de modelo de desarrollo rural o de desarrollo agropecuario, que no es el que se plantea en las entidades tradicionales conformantes de la Mesa de Enlace. FECOFE tiene una importante tarea que es la de promover el desarrollo del cooperativismo en la provincia, como también instalar en el ideario social la convicción de que hay un modelo de producción agropecuario diferente que impacta positivamente tanto sea hacia adentro de las cooperativas, en el campo, en la producción, en los productores; como hacia afuera de ellas, en el consumo, la formación de precios, las ventas, con la reducción drástica de intermediación, etcétera. Esa mirada nueva de la FECOFE tiene que estar haciendo que la clase política y la sociedad reinterprete lo que es la palabra “campo” donde, si bien el campo es uno sólo, como dicen muchos, en el campo somos todos diferentes.