La primera noche de los tradicionales corsos en San Salvador se vivió con intensidad y una gran afluencia de público en la Avenida Francisco Malarín. Organizado por los clubes Unión, Progreso, Ferro, Sportivo y Motokart, el evento contó con la presentación de tres comparsas que desplegaron un espectáculo de color, ritmo y alegría. Unas 4000 personas asistieron  al evento.

En cuanto al espectáculo, comparsas como Clara Vera y, especialmente, Irupé de Liebig, brillaron con sus trajes coloridos, plumas imponentes y coreografías vibrantes, además del baile de las pasistas y su batucada que lograron el aplauso del público. También se presentó la comparsa local Imperio que aportó lo suyo para tener una gran noche de carnaval.

Por otro lado, la organización de los clubes se destacó en el servicio de cantinas, con una atención ágil y eficiente, así como en la disposición de tres accesos y la instalación de baños en distintos sectores del predio.

El desfile incluyó a las emblemáticas máscaras sueltas, cuya participación en esta edición fue numerosa, con cerca de 200 personas. Sin embargo, su presencia generó opiniones divididas, ya que en ciertos momentos, entorpecieron la visibilidad del público e incluso el desarrollo del espectáculo.

Uno de los aspectos a mejorar fue el recorrido de las comparsas, ya que realizaron una sola pasada de punta a punta, cuando lo ideal hubiese sido utilizar ambas calles de la avenida para garantizar que todos los espectadores pudieran disfrutar del desfile. También se planteó la necesidad de despejar completamente las calles durante el paso de las comparsas, evitando que máscaras sueltas y jóvenes caminen detrás de ellas.

Respecto a la infraestructura, la colocación de tribunas sobre la calzada redujo el espacio imposibilitando el paso de las comparsas. Una solución sería reubicarlas en las esquinas, lo que permitiría un desplazamiento por ambas manos y así posibilitar a todos los asistentes ubicados en ambas veredas disfrutar del evento a pleno.

El show musical estuvo a cargo de “La Sonic Band”, de la ciudad de Concordia.

A pesar de algunos inconvenientes a corregir, la primera noche de carnaval dejó en claro que la fiesta sigue siendo una de las más esperadas del verano en San Salvador.