La imagen fue captada por un lector. De fondo, una camioneta de la Municipalidad de Colón. En primer plano, un añoso piano, visto desde su base y su pedalera, con partes desprendidas por efecto de la caída. ¿El lugar? La esquina de Alem y Noailles.
Según lo averiguado por El Entre Ríos, la familia Simón, con estrechos vínculos con la música y domiciliada a escasos metros del lugar del “accidente”, fue protagonista de un hermoso gesto de desprendimiento: donar un antiguo piano para el Hogar de Protección Integral para Mujeres en Situación de Violencia “Yanina”.
Para los donantes, el piano tiene un valor infinitamente mayor que lo meramente material, ya que a esas teclas está asociada la propia historia familiar y simboliza el afecto del esposo por su esposa. Aún así, con comprensible desgarro, habían resuelto -sin intención alguna de que tomara estado público- darle un destino comunitario, suponiendo podría servir para que mujeres que pasen por “Yanina” se vinculen con el siempre maravilloso, sanador y dignificante mundo de la música.
Así quedó el antiguo piano, tras la caída en la esquina de Alem y Noailles Pero algo salió mal. “No sé si no lo ataron como correspondía. No entiendo qué pasó. Estamos muy dolidos. Cuesta entender”, atinó a comentar a El Entre Ríos una integrante de la familia Simón.
Sólo queda la esperanza de que la Municipalidad de Colón afronte la reparación de esta verdadera “reliquia” para que el Hogar Yanina pueda sacarle el provecho que anhelaron sus dueños al disponer la donación. Fuente: El Entre Ríos