En tiempos del conflicto entre el campo y el gobierno kirchnerista, cuando Guillermo Moreno pisaba los precios de la hacienda y una vaca costaba menos que un par de zapatos, el ex vicepresidente de la Federación Agraria, Ulises “Chito” Forte inventó una palabra para definir los efectos de aquella política ganadera casi suicida: “el ternericidio”, […]
En tiempos del conflicto entre el campo y el gobierno kirchnerista, cuando Guillermo Moreno pisaba los precios de la hacienda y una vaca costaba menos que un par de zapatos, el ex vicepresidente de la Federación Agraria, Ulises “Chito” Forte inventó una palabra para definir los efectos de aquella política ganadera casi suicida: “el ternericidio”, en referencia a la gran matanza de animales muy jóvenes y livianos.
Los años pasaron y en la actualidad Forte es el presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA), un ente mixto financiado y administrador por la cadena de la carne para generar políticas de fomento al sector. Cambió de rol pero no cambió su diagnóstico, ya que asegura que el “ternericidio” continúa dominando el negocio, y que no se han modificado todavía las formas de producir bovinos ni las preferencias de un mercado que sigue premiando la carne tierna de bovinos que no llegaron a ser adultos.
“Es importante terminar de una vez con el ternericidio. Desde el IPCVA vamos a ser coherentes con eso y vamos a lanzar una campaña con una inversión muy importante para promocionar el consumo de carne de novillo, para terminar con la ternera y pasar a la carne de novillo, que es igual de tierna pero mucho mas sabrosa y nutritiva”, adelantó el titular del Instituto a Bichos de Campo.
De todos modos, Forte aclaró que con una campaña de difusión no se solucionarán los problemas de un modelo ganadero que todavía no tiene norte. “Necesitaremos más que eso. Primero, vamos a necesitar que el novillo pesado pase a valer más que el liviano. Y segundo, una política financiera para que los campes tengas pasturas para hacer una recría (de los terneros). Hace falta una política de Estado, porque con las leyes del mercado no llegamos nunca”, reflexionó el dirigente.