Tras tres campañas en baja, estiman un repunte en la siembra de soja

Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, se implantarán 200.000 hectáreas más que el año pasado. El maíz, afectado por bajos precios internacionales y la incertidumbre política, también sumará superficie, aunque menos que la que se preveía hace dos meses.

La Bolsa de Cereales de Buenos Aires dio a conocer este miércoles sus proyecciones de siembra y cosecha gruesa 2019/20.

La principal novedad presentada por el jefe de Estimaciones Agrícolas de la entidad, Esteban Copati, es que se prevé un incremento del 1,1 por ciento en la siembra de soja. Sería, así, el primer repunte del área de la oleaginosa tras tres campañas en que fue constantemente perdiendo superficie a manos del maíz y otros cultivos, como el girasol.

Según Copati, se implantarán 17,6 millones de hectáreas de soja, 200 mil más que en el ejercicio 2018/19. Se cortaría así la curva descendente que comenzó en el ciclo 2015/16, con 18,5 millones de hectáreas, ocho por ciento menos que el récord de 20,1 millones 2014/15. En 2016/17, habían bajado otro escalón, a 17,55 millones.

El experto de la entidad porteña reconoció que hasta hace dos meses, todas las proyecciones apuntaban a una nueva reducción del área sojera. Pero una fuerte baja de los precios internacionales del maíz más la incertidumbre política generada tras las Paso, llevó a que se achiquen las perspectivas para el cereal.

La primera proyección de la Bolsa de Buenos Aires en cuanto al maíz era de 6,7 millones de hectáreas, 400 mil más que las 6,3 millones del ciclo anterior. Ahora, redujo la estimación a 6,4 millones, una cifra que está apenas por encima de la última campaña, aunque de todos modos significa una nueva marca récord.

A la par, los problemas que vivieron las provincias del noreste argentino para la siembra de girasol llevaron a que se perdieran casi 300 mil hectáreas de ese cultivo. Muchos de esos lotes, a fin de año, se sumarán a la soja, según Copati.

Producción

En este contexto, con una perspectiva climática que no es mala pero tampoco tan buena como fue el aporte de lluvias de la última temporada, tanto la producción de soja como la de maíz se achicarían. De 55 millones de toneladas a 51 millones en el caso de la oleaginosa; y de 50,6 millones a 50 millones en el maíz.

Contabilizando los seis cultivos principales de la Argentina (soja, maíz, trigo, girasol, sorgo y cebada), la siembra total 2019/20 se estima récord, en 34 millones de hectáreas, 500 mil más que en el ciclo pasado. Sin embargo, la menor oferta hídrica que se espera implicaría una cosecha que se ajuste de 135,3 millones de toneladas a 131,7 millones, de acuerdo con los cálculos de la entidad porteña.

Viento en contra

La economista Milagros Ibarguren fue la encargada de presentar el panorama de márgenes para soja y maíz. De ese informe salieron las principales explicaciones para que el cereal haya perdido empuje frente a la oleaginosa.

Para ambos cultivos, la Bolsa porteña estima costos de implantación y cosecha de entre cinco y diez por ciento en relación a la campaña pasada. Con precios futuros que se redujeron, por su parte, cinco por ciento, los márgenes brutos asoman con “una caída dramática”, subrayó Ibarguren.

Producir soja y maíz será rentable, pero menos que en la última campaña 

Pero el panorama es particularmente peor para el maíz. “La campaña pasada, la decisión del productor era más difícil porque los precios de los dos granos se movían codo a codo. Ahora el maíz está muy por debajo de la soja”, mencionó la economista.

A esto se suma la incertidumbre que se potenció tras los resultados de las Paso. Ibarguren recordó que la soja requiere una menor inversión para lograr un buen retorno; en un escenario en que el costo de financiamiento se disparó y en el que escasean los dólares en los bancos para prestarles a los productores, suena lógico que se resguarden en la soja, que asoma como una inversión más segura.

“El maíz hasta mediados de agosto tenía muy buena perspectivas. Después tuvo una baja de precios y las Paso impactaron en la incertidumbre. Así, en septiembre el conjunto de incentivos favorece más a la soja que al maíz”, concluyó Ibarguren.