Tiene 14 años, encontró dinero, buscó a la dueña y solo aceptó un regalo muy particular

Un adolescente que, además de estudiar, cursa la Academia de Cadetes de Bomberos Voluntarios de Concepción del Uruguay, encontró una suma de dinero en la calle y sin dudarlo fue a su casa, le dijo a su madre y salieron a buscar a la dueña.

Esta historia tiene como protagonista a Ramiro Manuel Rodríguez, un chico que cursa el tercer año en la Escuela Santa María Goretti y además cursa su segundo año en la Academia de Bomberos Voluntarios de Concepción del Uruguay.

Ramiro vive en el Barrio Cristo de los Olivos, con su madre Claudia Ojeda y Emanuel Rodríguez. Contó que fue con su hermana “a realizar una compra y en ese momento vi al lado de un auto que había tirada plata. Me acerqué y la junté.

Cuando regresamos a casa, le conté a mi mamá lo que había pasado y le di el dinero, explicándole donde la había encontrado y ella me dijo que podía ser de una vecina de la zona que tiene un comercio. Fuimos y le preguntamos, pero nos dijo que no. Más tarde nos llamó y nos avisó que se había dado cuenta que le faltaba la plata y nos dijo el monto, que era justo lo que yo había encontrado y se la llevamos”.

 

Orgullosos del accionar de su hijo

La mamá de Ramiro dijo que la vecina que había perdido la plata es una peluquera del barrio y no se había dado cuenta de lo que le había pasado. “Yo lo acompañé pare ir a devolverla, porque no se animaba solo. Averiguamos y como nadie sabía, regresamos, pero a la tarde ella nos llamó y avisó que el dinero que encontró mi hijo, se le había caído”, dijo Claudia, quien además contó que el chico no quiso una recompensa y solo aceptó como regalo que le corten el pelo.

La madre no dudó en resaltar que “nosotros siempre le decimos que nos cuenten todo y juntos resolvemos. Rescatamos lo valores y tratamos de enseñarle a él y a su hermana, qué es lo bueno y lo mejor. Les destacamos que para conseguir algo hay que trabajar y a ser solidarios. Lo que él vive y comparte en Bomberos con sus compañeritos y las instructoras es muy importante, ya que lo educan en los valores, como la solidaridad, comportamiento y la cooperación en todo momento”.

Por su parte, el papá contó que era de su interés que Ramiro se vinculara con otros chicos y conociera otros grupos o instituciones, destacando que pudo ser cualquiera, pero justo coincidió con la apertura de la inscripción para cadete y así ingresó a Bomberos.

“Al principio le costaba levantarse temprano para ir a la Escuela de Cadetes, pero después de cumplir con los requisitos necesarios se acostumbró. Hoy, como todos los cadetes, debe cumplir con sus estudios y obligaciones, pero está muy entusiasmado y es él quien nos levanta temprano para venir”, resaltó Emanuel.

“Después de la familia, puede ser Bomberos u otra institución la que les permita integrarse a la sociedad y alejarlos de los vicios o los malos hábitos. Pero tenemos que ser conscientes de que debemos ayudarlos a crecer. Lo que pasó nos llenó de alegría como familia”, completaron. Fuente: 03442