Marzo lluvioso
La cosecha de maíz y soja 2018/19 tiene una gravitación mayor que la de otros años por sus efectos sobre la alicaída economía de los productores y sobre las finanzas del país, por su aporte de divisas en momento delicado. Por eso, muchos consultan pronósticos climáticos para la época de trilla. En principio, parecería que el comienzo de marzo trae lluvias importantes, pero luego podría desarrollarse un otoño con características normales.
Luego de que en febrero ocurrieran menores lluvias que en enero, en marzo podrían reactivarse las precipitaciones. Así lo pronostica el consultor Eduardo Sierra, quien anticipa lluvias importantes para la semana que viene, a la vez que recuerda que entramos a la época del año con mayores registros hídricos. “No hay que descartar lluvias por encima de lo normal en las próximas semanas”, anticipa.
Este pronóstico está respaldado por un indicador que permite predecir una reactivación de El Niño. “El comportamiento de los vientos Alisios adelanta la posibilidad de lluvias importantes desde principios de marzo, sobre todo para la zona nordeste del territorio”, adelanta el especialista.
“Las lluvias de otoño siempre son riesgosas para la agricultura y en 2019 pueden ser más si se confirman las tendencias de reaparición de la circulación atmosférica asociada con El Niño”, agrega.
Las temperaturas del verano fueron oscilantes, con entradas de aire frío y cálido como consecuencia de que la circulación polar se introdujo en la tropical. Con el correr del almanaque cobrará mayor fuerza la primera, con entradas de aire muy frío y heladas hasta Paraguay, aunque en un invierno con temperaturas que pueden ubicarse por encima de las normales.
Otoño con parámetros normales
Por su parte, al considerar un periodo más largo, Leonardo de Benedictis espera un otoño con variabilidad en lluvias y temperaturas, pero con valores cercanos al promedio. “Va a haber tormentas y eventos fuertes, pero en un contexto general que tenderá a mantenerse alrededor de parámetros normales”, vaticina.
Así, la cosecha de granos gruesos podría avanzar en un contexto de estabilidad climática, aunque no exento de complicaciones por falta de piso para operar con la trilladora o por intransitabilidad circunstancial de los caminos. Para la zona núcleo, las heladas mantendrían el patrón característico, sin señales de eventos tempranos a la vista. La Nación – Carlos Marin Moreno