La frase del título pertenece al presidente de FARER, Raúl Boc-ho, que al hablar en el acto central de la 125° Exposición Rural de Concordia, que se realizó este fin de semana, volvió a hacer referencia al fallo de la Justicia sobre los fitosanitarios e hizo un raconto de las medidas que han beneficiado al campo en los últimos años, además de hacer un llamado a votar en las próximas elecciones.
A continuación, los párrafos principales de su discurso.
Estamos cerrando el circuito de exposiciones rurales FARER, prontamente termina mi mandato, por eso quiero agradecerles a las Sociedades Rurales, a las comisiones directivas, socios y a todos productores que permanentemente no hacen sentir su apoyo y nos permiten poder conducir.
Hoy me voy a referir a las decisiones de algunos jueces con respecto a la aplicación de fitosanitario en cercanías de escuelas rurales. Estamos convencidos, porque la ciencia y la experiencia nos permiten decir que es posible producir aplicando las herramientas tecnológicas sin producir daño en la salud. Hoy por hoy más de 300 mil hectáreas en Entre Ríos y varias familias entrerrianas están con dificultad para hacer producir sus explotaciones y llevar el sustento a sus familias.
Hace por el gobierno de la provincia sacó el decreto 5239, que fue elaborado con gran cantidad de pruebas científicas, que si bien no nos conformaba a todos nos permitía trabajar. Inmediatamente fue apelado, hubo un fallo del juez Galante que decreta la inconstitucionalidad parcial de este decreto y hoy día estamos con la incertidumbre de poder hacer estos trabajos, gente que invirtió, que sembró, empezó a hacer unas tareas y no puede continuarla.
El tema está en el Superior Tribunal de Justicia, esperemos que tengan en cuenta toda la documentación que le ha sido acercada y fundamentalmente que tengan en cuenta que atrás de esos fallos hay gente que se ve afectada. Todos queremos productor alimentos sanos y abundantes y los entrerrianos lo podemos hacer.
La volatilidad del dólar no nos beneficia, todos nuestros insumos están dolarizados y hay muchas producciones que venden al mercado público. Las tasas de interés son prohibitivas desde hace un tiempo, no nos permite financiarnos, la producción agropecuaria es lenta y a largo plazo. Dentro de 3 semanas tenemos que votar, yo pienso que desde el campo pero fundamentalmente todos los ciudadanos no tenemos que permitir que la cotidianeidad de los problemas impida ver el futuro y el pasado, y tener un poco de memoria. Porque en el campo no necesitamos hacer mucho esfuerzo de memoria para recordar que se habían prohibido las exportaciones de carne, que perdimos 12 millones de cabeza de ganado, 125 frigoríficos cerrados, miles de puestos de trabajo se perdieron con la ganadería.
Somos consientes de que les ha llevado mucho tiempo y lo han logrado. Pero también se prohibieron las exportaciones de los lácteos, los productores de trigo no podíamos vender nuestra producción si no estábamos en la lista del secretario de comercio. La política agropecuaria argentina se vio ejemplificada en Angola con una vaca lechera con una cosechadora trucha que llevamos desde Entre Ríos.
Es posible producir sin seguridad jurídica, sin una justicia independiente y no tenemos que tener mucha memoria para recordar lo que dijo el juez Ollarbide, que lo agarraban del cogote para que sacara fallos favorables. Recordar lo que le paso al fiscal Campagnoli que tuvo la osadía de investigar a Lázaro Báez y que si no hubiéramos salido millones de argentinos a la calle, lo hubieran echado de su puesto como le paso a procurador Vic que permitió un allanamiento a la casa del vicepresidente Boudou y voló por los aires.
Tenemos derecho a estar preocupados y asustados los productores y todos los ciudadanos, mucho más cuando escuchamos a algún dirigente que instala la idea de que van a venir a expropiar campos, casas y departamentos para repartir. O ex funcionario que reinstalan la idea de la junta nacional de granos, que sirvió hace 50 años pero que hoy va a ser un nido de corrupción.
Tenemos derecho a no creer y tenemos todo el derecho a pensar que por más que el lobo se vista de cordero sigue siendo un lobo. Por eso mi mensaje es que vayamos a votar aunque no tengamos la obligación por la edad, lo tenemos que hacer por nosotros, por nuestros hijos, nietos y por todos los jóvenes a los que les vamos a dejar el país. Votemos con la suficiente responsabilidad y con la suficiente memoria porque se está decidiendo el futuro de nuestro país.