A partir de publicaciones donde se malinterpreta los resultados en la campaña de soja 2017/18 en Entre Ríos, la Bolsa de Cereales de Entre Ríos aclara cuáles son las perdidas y el pasivo en el cultivo de soja en el ciclo 2017/2018.
En Entre Ríos, la sequía que se instaló en los primeros tres meses del año generó impactos negativos en la producción de soja. Situación que se agravó por los excesos hídricos de fines de abril e inicios de mayo que incrementaron las pérdidas y perjudicaron calidad en la oleaginosa.
De acuerdo a los datos relevados por los profesionales del Sistema de Información de Bolsa de Cereales de Entre Ríos (SIBER), en soja se estima una caída con respecto al ciclo anterior del 65 % en la producción, es decir una pérdida cercana a las 2.200.000 toneladas. Este valor cuantificado en dolares se ubica alrededor de U$S 660.000.000.
Bajo el actual escenario de precios, el productor entrerriano necesita alcanzar un rendimiento promedio de 1.550 kg/ha de soja para cubrir la inversión efectuada en el ciclo 2017/2018. Este valor contempla solamente los gastos de implantación, aplicación de agroquímicos, cosecha, arriendo y gastos de comercialización.
La cosecha de soja no ha finalizado, no obstante se proyecta que el rendimiento promedio se situaría alrededor de 1.000 kg/ha. Esto implica en valores globales que por cada hectárea sembrada, el agricultor tuvo una pérdida de 550 kg/ha. Cifra que si es trasladada a la superficie sembrada equivale a 665.000 toneladas (t), o bien a un valor de U$S 199.500.000.
Los valores calculados por el SIBER es a partir de pérdidas en base a un margen bruto, calculado sobre gastos de labores, insumos y arriendo menos el precio por tonelada percibido luego de comercializar. Es importante aclarar que las perdidas reales son mayores, ya que falta contabilizar impuestos, gastos de estructura, entre otros. En definitiva, se está estimando los kilogramos que le falta al productor para cubrir la inversión realizada en el cultivo de soja en la provincia.