La gran producción llegó el jueves a Las Flores, donde aplicarán sobre 20 hectáreas de ryegrass. Los fundadores de Biocuno se manifestaron expectantes porque les permitirá generar datos sobre funcionamiento y eficacia. Para lograrlo contaron ayuda económica de la familia, amigos y del mismo productor que cubrió prácticamente todos los costos.
Luego de meses de trabajo y estudio, el grupo de jóvenes emprendedores egresados de la Escuela De Educación Secundaria Tecnica 2 ¨Felipe Senillosa¨ de la ciudad de Tandil, conformado por Agustín Molina, Lucas Celse, Tomás Armendáriz e Ignacio Gilabert, cargó el jueves su primer camión de fertilizante ecológico rumbo a una explotación agrícola de la localidad de Las Flores.
Desde que desarrollaron Biocuno, no han parado de tener éxito con su emprendimiento y resultado del esfuerzo fue que lograron completar su primera producción grande, de siete mil litros, para probar en un campo de 20 hectáreas de cultivo para pastoreo.
Si bien cuando empezaron con esta iniciativa, allá por 2017, eran sólo los cuatro fundadores los que se ocupaban del desarrollo, hoy han logrado conformar todo un equipo de alrededor de 10 personas. De esta manera, el fertilizante natural basado en el fermento de bosta y orín de vacas, va tomando cada vez más impulso elevando las expectativas de los creadores.
Hacia la prosperidad
“La posibilidad de este envío surgió por medio de un compañero, Franco Molina, que le comentó a su papá del emprendimiento ecológico el año pasado”, contó Ignacio Gilabert. Así, la novedad llegó a oídos de Francisco Montemerlo, un productor de Las Flores, que en agosto del 2019 los llamó para manifestar su interés por el proyecto y la visión en general de los chicos de Biocuno en cuanto a la ecología.
“Él es muy fanático, está muy a favor de la transición en la forma de producción, hacia un modelo más ecológico”, detalló.
La charla no quedó ahí, sino que siguieron en comunicación y en ese tiempo también fueron surgiendo ideas. La primera de ellas consistió en esta elaboración de grandes cantidades del fertilizante para aplicar en 20 hectáreas de “Santa Rosa”, su campo ubicado a 40 kilómetros de Las Flores por la Ruta Nacional 3. Ahí llegaron esta semana.
Según adelantó, esta tanda del producto ecológico será aplicada sobre una plantación de ryegrass, donde posteriormente se realizarán análisis mediante ese cultivo.
“Nosotros dijimos inmediatamente que sí y nos pusimos a trabajar en eso”, contó. Así, entre todos, fueron encarando esta abultada fabricación, con el apoyo económico de la familia, de amigos y el mismo productor que cubrió prácticamente todos los costos.
Pasados unos meses lograron alcanzar los siete mil litros requeridos y este jueves volvieron a Tandil, luego de cumplir con ese desafío al realizar la primera entrega.
Análisis, datos y resultados
Los jóvenes emprendedores saben que esto les abre un montón de posibilidades, ya que en un futuro lo que necesitan es generar datos y seguir investigando su propio producto.
“Esto nos va a generar esa información y ayuda mucho, por eso las expectativas son seguir analizando el fertilizante, su efectividad y funcionamiento, tomando nota, ir trabajando en conjunto con Francisco”, aseguró. En este sentido, mencionó que también apareció Maximiliano Acosta, que es un administrador de negocios y comenzó a trabajar con ellos a la par.
Cabe recordar que el producto está basado en el fermento de bosta y orín de vacas, que se convierte luego de un complejo proceso químico en un fertilizante que contiene todas las propiedades que los suelos de la Pampa Húmeda requieren. Es natural y ecológico porque no recurren a elementos derivados del petróleo que dañan el planeta para su creación.
Su elaboración comprende harina de roca -roca molida- que aporta muchos minerales, así como la materia fecal de bovinos, que gracias a una bacteria que otorga resistencia a las temperaturas no deja que crezcan hongos.
Además, nitrógeno, fósforo, potasio, levaduras y ácidos orgánicos forman parte del proceso natural de fermentación al que la mezcla es sometida. “Nosotros ponemos la materia prima y el tiempo hace lo suyo. Tenemos tambores de 200 litros donde mezclamos y esperamos a que esté todo listo”, refirieron al presentar Biocuno a El Eco de Tandil. De esta manera, con una temperatura promedio de 35 grados, el preparado demora un mes aproximadamente en estar a punto.
Los productores afirmaron que es un fertilizante inocuo para la tierra, las plantas, frutos y las personas, y no genera efectos secundarios ni contaminación. “Se nota la mejora en la floración y vegetación, cantidad, tamaño. Es una sustancia muy rica en minerales y nutrientes, y lo importante es que las materias primas son orgánicas”, enfatizaron.