El ministro Ricardo Moralejo comparó la situación con un caso de los ‘90, que “terminó mal, con un brote de aftosa”. El gobierno provincial salió al cruce de la mudanza del SENASA al predio de la Asociación Agrícola Ganadera: el ministro de la Producción Ricardo Moralejo advirtió que una convivencia de ese tipo puede derivar […]
El ministro Ricardo Moralejo comparó la situación con un caso de los ‘90, que “terminó mal, con un brote de aftosa”.
El gobierno provincial salió al cruce de la mudanza del SENASA al predio de la Asociación Agrícola Ganadera: el ministro de la Producción Ricardo Moralejo advirtió que una convivencia de ese tipo puede derivar en un peligroso descontrol. Moralejo aseveró que existe un “conflicto de intereses” y opinó que “controlado y controlador no pueden estar compartiendo espacios”.
Tal como informó El Diario, como parte del achique presupuestario del gobierno nacional, la oficina del Centro Regional La Pampa – San Luis del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria ya no funciona más en Toay y en Santa Rosa solo tendrá presencia en la Rural, desde el próximo lunes. La Agrícola saludó esa decisión y los funcionarios de SENASA hicieron una defensa de la resolución, tratando de ahuyentar sospechas, pero la duda quedó instalada.
Ahora, la Provincia sale al cruce de la medida. Moralejo confirmó que la mudanza del SENASA “es consecuencia de un achique presupuestario”. Pero advirtió que el organismo “tiene que actuar con su poder de policía, entonces creo que puede existir un conflicto de intereses cuando se muda justo a una Asociación de productores a la cual tiene que controlar. Su función es el control de la sanidad animal y vegetal”, recordó.
Añadió que “si bien la intención puede ser buena para darle una solución al achique presupuestario del SENASA, hay un riesgo cuando existen conflictos de intereses. No pueden estar el controlado y el controlador compartiendo espacios. Puede traer problemas a futuro”, insistió el ministro de la Producción.
Incluso hizo una comparación fuerte: “a fines de los ‘90 -dijo- ocurrió algo similar, con la disminución del presupuesto y el SENASA a nivel país se pidió que llevara sus oficinas a las delegaciones de asociaciones de productores. Y eso terminó mal: con un brote de aftosa. Si sabemos que la aftosa vino desde Paraguay en ese momento es porque hubo una falta de control a los productores que introducían esos animales en el noreste argentino”, acusó.
Añadió, entonces: “Prefiero trabajar junto con dependencias provinciales como lo hacemos en Victorica, Guatraché, 25 de Mayo. Los intereses se corresponden mucho más”. En esos casos, el SENASA funciona en sedes compartidas con el gobierno pampeano.