Indicios positivos Mientras el presente de los productores argentinos de maíz se mantiene complicado por la escasez de humedad, hay algunas señales positivas en el mercado internacional, a pesar de que persisten stocks abundantes en los principales países exportadores. El primero es el intenso frío que azotó al hemisferio norte y que aumentó el consumo […]
Indicios positivos
Mientras el presente de los productores argentinos de maíz se mantiene complicado por la escasez de humedad, hay algunas señales positivas en el mercado internacional, a pesar de que persisten stocks abundantes en los principales países exportadores. El primero es el intenso frío que azotó al hemisferio norte y que aumentó el consumo de grano con fines forrajeros. Por otro lado, “actualmente la relación de precios entre la soja y el maíz favorece a la oleaginosa, lo que haría pensar en una recuperación futura de los precios del cereal para que no caiga el área de siembra en los Estados Unidos”, razona un conocido analista granario. Si no se cumpliera ese comportamiento, y la superficie maicera implantada disminuyera, las cotizaciones futuras deberían afirmarse por la menor cosecha potencial. El tercer factor positivo en la disminución de la safrinha en Brasil. El área sembrada caerá bastante por la suba de costos y precios poco rentables. Por otra parte, en la Argentina hay dudas sobre la producción final, porque las lluvias llegaron tarde para muchos maíces tempranos que sufrirán mermas de rindes.
Más tardíos
Por otro lado, hubo más siembras tardías de maíz que en años anteriores, que tienen un potencial de rinde menor que las tempranas, dado que deben desarrollarse sin reservas de humedad en el perfil y enfrentan más riesgos de vuelco y una cosecha complicada. El consultor estima que puede generarse una oportunidad de precios mejores en febrero-marzo si persisten las dudas sobre el área por sembrar con el cereal en EE.UU. y si se liquidan internamente los stocks de maíz 2016/17 con un buen ritmo de exportaciones. Ambos factores podrían generar un contexto favorable para comercializar maíz temprano. Para los cultivos tardíos las perspectivas son menos alentadoras. Los precios del Mercado a Término para julio no son muy atractivos y “convendría esperar un poco para ir tomando coberturas”, según la recomendación del especialista. “Falta un largo camino por recorrer y hay que ver cómo evolucionan los cultivos en EE.UU. y en Brasil, con un telón de fondo en el que aparece La Niña”, agrega. “En el caso de tener necesidad imperiosa de vender el producto próximamente, no estaría de más comprar un call”, completa.
Girasol estable
En el horizonte del girasol hay un factor positivo: la sequía que afectó Rusia y Ucrania, los principales exportadores mundiales. Por esa causa, “la región del mar Negro sufrió un recorte de tres millones de toneladas de producción respecto de la campaña pasada”, cuantifica el analista. Sin embargo, la oleaginosa viene de muchos años de buenas cosechas mundiales y eso genera estabilidad en los precios. En la Argentina, finalmente el área sembrada fue menor a lo previsto y la producción no llegará a los cuatro millones de toneladas estimadas inicialmente. Los precios ofrecidos por la industria no toman en cuenta los problemas climáticos del hemisferio norte y se sitúan en 290 dólares por tonelada up river (versus 340 dólares de la campaña pasada) y 280 dólares en el sur, para llegar a 320 dólares por lotes de alto oleico. La recomendación comercial del consultor es evitar ventas en cosecha y tratar de retener el girasol hasta el segundo semestre, aunque se trata de un producto difícil de almacenar. De la producción nacional se muelen internamente unos 3 millones de toneladas, que dan 1,3 millones de toneladas de aceite.