Se viene el segundo aumento del año en la Argentina, y las petroleras ya reclaman otro ajuste para las próximas semanas
Se espera que a partir de las 0 hora de este sábado, se aplique el segundo aumento del año de precios para las naftas y el gasoil, debido a que la Secretaría de Energía actualizará el valor del Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) por la inflación minorista del tercer trimestre de 2020. Las empresas petroleras podrían, además, aplicar un ajuste extra para compensar tanto la suba del crudo Brent, su principal materia prima, como el impacto de la depreciación del peso, que desde la última alza de precios el 5 de enero, se incrementó 1%.
La decisión principal depende de YPF, líder del mercado, dado que abastece al 60% de los consumidores. Para que el precio quede en equilibrio luego de la suba del impuesto interno, se estima que la nafta debería aumentar entre un 1,5% y 2%, y el gasoil entre un 3,4 y 4,3%.
El impuesto sobre los combustibles líquidos es un monto fijo, por lo que según el precio que tenga la nafta y el gasoil en distintos puntos del país, el porcentaje de aumento va a ser diferente en un lugar y en otro. En la Patagonia y Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), donde su precio es menor, el porcentaje de la suba será mayor, y en el resto del país, menor. Así, la nafta Súper de YPF subirá un 1,8% en CABA.
Desde el sector petrolero alertan que por encima de estos porcentajes, la nafta y el gasoil deberían aumentar más. Los factores que presionan al precio son cinco. En primer lugar, y más importante, el precio del crudo que es la principal materia prima. A mitad de noviembre el barril de crudo Brent costaba uS$ 44, cuando actualmente cuesta uS$ 56,65. El aumento de más de 12 dólares que equivale a un 28%, «es un factor que presiona para aumentar más el combustible, más allá del ajuste por la actualización impositiva», detalló una fuente de una petrolera.
Y agregó que, aunque no vaya a suceder, para recomponer los márgenes el precio de la nafta debería aumentar un 15%: «Los 12 dólares de aumento de Brent, más la pequeña devaluación que hay mes a mes, y ronda en un 2,5 o 3%, equivaldría aplicar una suba de la nafta del 15%».
Además de los impuestos internos, en tercer lugar, influye el precio de los biocombustibles. Cada litro de nafta se mezcla con un 12% de bioetanol y, en el caso del gasoil con un 10% de biodiesel. Por esta razón, explicaron la primera suba, el 5 de enero, de un 2,9% en promedio.
Por último, impacta en el precio: la inflación y las depreciaciones. El tipo de cambio mayorista desde la última alza de precios se incrementó un 1% y pasó de 84,80 a 85, 64. «Pensemos un ejemplo sencillo», propone un petrolero en diálogo con El Cronista: si el precio del barril de petróleo fuera de 10 uS$ y el dólar mayorista estuviera a 80 pesos, el barril cuesta $800. Si el crudo aumenta y el barril pasa a valer 12 uS$ y dólar sigue a 80, el barril pasa a costar $960. Pero, si además el dólar pasa de $80 a $90 «el precio se te va mucho más arriba», concluyó.