El homicidio ocurrió pasadas las 21 del lunes, en una vivienda de calle Berin, entre Noailles y Reibel, en la zona oeste de la ciudad.
Allí vivían una mujer de 55 años con Jorge Dalurzo, un hombre de Paraná, de 59, quienes desde hacía un tiempo estaban en pareja.
El hombre estaba sentado en el living tomando mates y estaba por llevar a la señora al gimnasio. En ese momento, irrumpió Manuel Miranda, la ex pareja, con una cuchilla envainada. Al ver a Dalurzo, desenfundó el arma blanca y no le dio tiempo a la víctima a escapar ni defenderse. Le asestó varias puñaladas que le afectaron órganos vitales. Dalurzo gimió y cayó en el suelo del patio. Los gritos de la señora estremecieron al barrio y Miranda intentó arremeter contra ella, pero ella pudo salir a la calle y fue contenida por vecinos.
Tras llamar al 101, personal policial del Comando Radioeléctrico llegó al lugar. Los uniformados encontraron a Miranda que salía de la vivienda, rodeado por vecinos que se acercaron. Arrojó la cuchilla a la calle, levantó los brazos y se entregó. Les señaló que en el patio yacía su víctima y repetía: “Lo liquidé”.
Entre las vecinas había una enfermera que entró a la casa con los policías y al revisar a Dalurzo constató que no presentaba signos vitales. Lo mismo hizo el personal de emergencias médicas que llegó en una ambulancia.
Luego llegaron las autoridades de la Jefatura Departamental, con el jefe Sergio Cardona, el personal de Investigaciones y de Criminalística, así como la fiscal en turno Noelia Batto. Miranda fue trasladado de inmediato a la Alcaidía policial, donde quedó alojado a la espera de la imputación por el homicidio y la prisión preventiva que le impondrán por un tiempo prolongado.
La mujer no presentaba heridas de gravedad y fue trasladada al hospital San Benjamín para ser asistida, además por el colapso emocional que presentaba.
El cuerpo de la víctima fue trasladada a la morgue judicial para la correspondiente autopsia, que corroborará el tipo y cantidad de heridas de arma blanca que sufrió, las cuales seguramente serán compatibles con la cuchilla secuestrada.
Contexto de violencia de género
Miranda y la mujer habían sido pareja y se separaron hace aproximadamente tres años. El hombre insistía en retomar la relación y no toleraba que ella rehiciera su vida.
En los primeros días de este 2022, Miranda la agredió y la amenazó, por lo cual la mujer lo denunció en la Fiscalía. Esto derivó en dos medidas cautelares de rigor: una prohibición de acercamiento (llamada perimetral) para el hombre y el botón antipánico que fue instalado en el celular de la mujer.
Cuando Miranda entró a la casa a matarlos, la señora no llegó o no pudo sacar el teléfono de su mochila para accionar el sistema de alerta a la Policía, aunque por más que lo hubiera hecho iba a ser imposible que un patrullero llegara antes del ataque mortal.
El celular fue secuestrado y será peritado para constatar esta situación así como para hallar otros indicios del contexto de violencia de género, como llamadas y mensajes. Fuente: UNO Entre Ríos