“Es importante explicarle a la sociedad que el aumento de las retenciones y el cupo de exportaciones son su salvavidas de plomo”
El agro está preparado para responder al juego mediático del Gobierno. Concluir que el precio de las materias primas son las responsables de la alimentación es lo que necesita el Gobierno para desatender otras situaciones de mayor apremio, como la vacunación masiva. La clave está en comunicar en toda instancia posible la verdad.
Es importante explicarle a la sociedad que el aumento de las retenciones y el cupo de exportaciones son su salvavidas de plomo. La Argentina, a través del actual desacople de precios internacionales con el nivel actual de retenciones, dejó en evidencia que no es ese el camino para “abaratar” la carne, la leche o los alimentos de base maíz, soja o trigo.
Si esa fuese la solución, entonces la papa y el tomate fresco que no se exportan no deberían haber aumentado de precio. El problema de la Argentina es la inflación. El mayor flagelo que extermina el poder adquisitivo de los salarios.
Sin embargo, no podemos mirar para otro lado. Los niveles de pobreza son una realidad y entiendo que es una buena oportunidad para acercar propuestas activas y reales. Trabajar en conjunto con la tarjeta Alimentar. De esta manera se le da la libertad al consumidor que puede elegir en donde comprar, optar por una dieta saludable y minimizar los efectos del clientelismo político.
En este contexto, el agro debe ser un aliado junto al Estado para que cumpla con la defensa del interés público y administre los recursos en forma eficaz y eficiente. Una pregunta válida sería poder explicarle a la sociedad en qué se gasta el dinero que se recauda por los actuales derechos de exportación.
La estrategia del Gobierno está centrada en las elecciones de medio término en octubre. Allí están apuntadas todas las medidas que puedan aparecer en los próximos meses. No ser cómplice de esta estrategia le exige al agro ser claro en sus mensajes y no asumir el rol de enemigo. Echar la culpa a los demás es muy fácil. Y, muchas veces, no es más que una forma de no reconocer nuestros propios errores, de no ejercer nuestra responsabilidad.
El autor es director del Programa de Agronegocios de la Fauba
Por: Sebastián Senesi