El Gobierno elevó las alícuotas a 30% en soja, y 12% en maíz y trigo. Se ajustan los resultados del agro.
ARIELTEJERA
RESPONSABLE DE ANÁLISIS DE MERCADOS
En medio de una coyuntura compleja en el mercado local, este sábado, el Gobierno sumó un nuevo condimento, al decretar un aumento en los derechos de exportación. Los nuevos valores sumarían debilidad a los precios internos, complicando la ecuación económica de los productores. Además, no se descartan mayores aumentos.
Por medio del Decreto 37/2019, el Poder Ejecutivo eliminó el tope establecido en $4 por cada dólar de valor FOB, establecido en el Art. 2° del Decreto 793/2018. De esta forma, quedó en vigencia la alícuota de 12%, establecida en el Art. 1° de la citada norma. En soja, esto se sumaría al 18% que ya estaba vigente, alcanzando el 30%.
Estos cambios impactan de lleno en la capacidad de pago de la exportación, en momentos en que los precios internacionales no se encuentran en sus mejores niveles históricos. Así, según diversos ejercicios, se estima una caída cercana a 20 U$S/tn en soja (tomando exportación de poroto), y de unos 10 U$S/tn aproximados para maíz y trigo, en el FAS teórico, un valor que se suele tomar como referencia para el mercado interno.
Bajo este escenario, se estarían imponiendo nuevas presiones sobre las cotizaciones locales en las próximas ruedas de negociación. De todas formas, las caídas en los precios deberían ser más acotadas que lo antes mencionado, debido a que los mismos ya exhibían algún distanciamiento respecto a la capacidad de pago de la exportación, lo que venía indicando que se había incorporado el posible aumento de algunos puntos de retenciones.
A la vez, vale alertar que, si bien podría interpretarse que la nueva norma apunta a retrotraer la situación a su “estado original” (previa licuación de la alícuota por la depreciación del peso), en septiembre de 2018 el escenario era muy distinto en términos de precios, por lo que el productor enfrenta mayor desventaja en la actualidad. En aquel entonces, una vez aplicadas aquellas alícuotas (que rondaban el 28% para soja y el 10% para maíz y trigo a mediados de dicho mes), los precios en el mercado a término (Matba) se ubicaban en 250 U$S/tn la soja mayo, 144 U$S/tn maíz abril y 195 U$S/tn el trigo enero. Así, la distancia respecto los valores negociados el último viernes resulta evidente (17 U$S/tn en soja, 6 U$S/tn en maíz y 20 U$S/tn en trigo) y será mayor una vez que se incorporen las nuevas alícuotas.
Claro está que el nuevo escenario genera preocupaciones para el productor, al estrechar aún más sus resultados económicos. Esta situación puede apreciarse al realizar un ejercicio hipotético de márgenes de producción, para soja y maíz en zona núcleo, suponiendo que los precios a cosecha se alineen con la nueva capacidad de pago de exportación. Así, aun alcanzando buenos niveles de rindes, los márgenes se muestran muy acotados, al considerar los costos de arrendamiento. El retorno anual en dólares se ubica en un magro 3% a 5%, en una actividad que enfrenta una cuota importante de riesgo.
Por último, se destaca que el sector se mantiene en alerta ya que no se descartan mayores aumentos en las alícuotas, una vez aprobado el proyecto de ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva.
Además, particular incertidumbre genera la suspensión del registro de exportaciones, pautada para este lunes, por lo que no se descartan nuevos anuncios. Habrá que mantener atención en las noticias, en una semana que comenzará con un mercado prácticamente paralizado.
Lamentablemente, parece que una vez más, el peso de sacar el país adelante recaerá sobre el hombro de los productores. Fuerza y a tomar buenas decisiones.
*El autor es economista, analista de mercados agrícolas y responsable del departamento de Análisis de Mercado de la corredora Grassi S.A.