Omar Borcard (64) participó en el programa televisivo éxito del momento, “¿Quién quiere ser millonario?”, que se emite de lunes a viernes a las 21.15 por Telefé, con la conducción de Santiago del Moro. Se trata del fundador de Cine Paradiso de Villa Elisa, conocido como el albañil que construyó dos salas con sus propias manos, hazaña que lo llevó a protagonizar la película documental “Un cine en concreto”.

Durante la emisión, el formato de preguntas y respuestas lo llevó a completar un dicho popular, acertar los ingredientes de una pastaflora, encasillar en el rubro correcto al diseñador Gino Bogani, contestar de qué país fue presidente Alberto Fujimori y cuál era el nombre de un transbordador espacial. Todas fueron respondidas correctamente.

“La estoy pasando mal porque tengo una pensión no contributiva. Yo al cine lo hice para sacar los chicos de la calle; justo ahora se me quemó un amplificador y lo necesito”, manifestó cuando el animador del ciclo valoró su avance en el concurso. “Es muy emocionante estar acá. Perdóname. No sé si es un papelón lo que estoy haciendo”, continuó diciendo mientras se secaba las lágrimas de emoción.

Luego, siguió respondiendo más preguntas, algunas en solitario y otras con ayuda de un comodín: último campeón de automovilismo, la capital de Guyana, una histórica sublevación, integrantes del Club del Clan y autores de autobiografías, hasta plantarse y retirarse del juego con la suma de 130 mil pesos.

“Voy a hablar con toda la verdad, aunque por ahí no quede muy elegante decirlo: tengo que hacerme una cirugía de la vista y para octubre o noviembre me colocan la dentadura, que para eso vengo ahorrando hace muchísimo tiempo”, contestó al ser consultado sobre qué utilidad de daría al premio, antes de enterarse que un anónimo se ofrecía a abonarle el costo de la dentadura postiza. “Y hay que cambiarle el escape al Gacel ’87 que tengo”, bromeó a continuación respecto a su auto.

Historia de vida

“Vivía en el campo y mis padres se separaron en el año ’64. Nos fuimos con mi madre a un pueblo que se llama Villa Elisa, en Entre Ríos. Ahí empecé a trabajar como canillita para poder juntar mis primeras monedas e ir al cine. Y desde ese día, el cine y yo fuimos inseparables”, relató Omar durante la emisión del programa.

“Trabajé 168 domingos, porque los días de semana trabajaba para sostener a mi familia”, reveló sobre el tiempo que le llevó construir el cine. “Pero igual sentía que descansaba construyendo el cine. Hace 19 años, el 3 de junio del 2000, se inauguró la sala con un proyector del año 1928 que me había donado un cura párroco”, completó.

“Cobro 25 pesos la entrada al cine. Y si un chiquito no tiene, entra igual. Si lo que tiene le alcanza solo para la entrada, para que no esté en inferioridad de condiciones con los otros chiquitos, con la entradita le doy un alfajor o un turrón, alguna cosita para que pueda consumir él también”, dio a conocer luego.Fuente: El Entre Ríos