“Quedamos presos de una disputa política”, afirma un industrial de la carne que defiende la venta de cortes más baratos

Siempre que aumenta el precio de la carne vacuna, es noticia, en un país que considera a ese como el alimento más preciado.

Esos incrementos fueron significativos el año pasado. Si la inflación de todos los productos de la economía fue de 36%, la carne vacuna aumento 75%. El salto fue tan marcado porque al haber tantas restricciones a la vida social y al gasto en otros rubros la gente destinó sus ingresos a estar bien alimentada.

Fue entonces que Gobierno presionó a los frigoríficos para que se ponga en marcha un primer acuerdo de precios en la víspera de la navidad: los exportadores del consorcio ABC volcaron al mercado local cerca de 3.000 toneladas de cortes más baratos para las fiestas. Luego, en enero, se firmó otro acuerdo otro que incluyó más cortes y más empresas proveedoras, pues se amplió la participación a los exportadores de las otras cámaras empresarias del sector cárnico.

Ese acuerdo fue motivo de fuerte polémica en los últimos días. En las redes sociales muchos acusaron a los supermercadistas y frigoríficos de estar incumpliendo el pacto, al volcar mercadería de mala calidad. Las fotos de bandejas llenas de grasa estuvieron a la orden del día.

Javier Peralta, de la Asociación de Frigoríficos e Industriales de la Carne (AFIC) de Córdoba, se mostró molesto por esta situación y explicó que se está cumpliendo con lo acordado.

El industrial de la carne considera que los cuestionamientos recibidos tienen que ver con la grieta que divide las aguas en la Argentina, casi en todos los aspectos. “Quedamos presos de una disputa política. Como que este año se acrecentó esa guerra tratando de mostrar algo que a nuestro entender está funcionando. Está la necesidad de mostrar fotos trucadas, de cortes que no están en los valores promocionales”.

El referente industrial explicó de dónde sale la carne que se vende en el marco de eso acuerdo con el Gobierno: “Son cortes de consumo tradicional, los del asado, que salen de los excedentes de lo que exportamos, porque en el resto del mundo no se come asado. Entonces son sobrantes de lo que se vende a China”.

A ese mercado se despachó el año pasado el 75% de toda la carne vacuna exportada (unas 911 mil toneladas) y se lo abastece con carne de vacas de baja calidad. En definitiva, lo que se destina allí no compite con el mercado interno que prefiere carne de animales más chicos y con menos grasa. por Nicolas Razzetti