Los productores de huevos de Entre Ríos, al igual que los del resto del país, están atravesando un momento cargado de tensión. El precio de lo que producen se ha vuelto motivo de debate en los medios, mientras el gobierno ya no sólo salió a intervenir retrotrayendo los valores a marzo, sino que amenaza con decomisos e imponer cupos y “donaciones”.
Mariela Baron es una productora entrerriana, de la zona de Crespo, conocida en la zona por su pertenencia a la Federación Agraria. En un grupo de WhatsApp que reúne a la gente del sector, contó cómo está viviendo el actual contexto.
“El gobierno, para que el consumidor coma barato el huevo, obliga a los productores a retrotraer el precio al 6 de marzo. Pero es inviable, totalmente a pérdida”, explicó.
Lo que más le duele a esta emprendedora del campo entrerriano es que la persigan como si fuera una “delincuente”. “Estamos muy complicados porque parecemos unos delincuentes. La verdad es que estamos muy molestos por esta actitud hacia nosotros, pero, además, no logran el objetivo”, advirtió.
Baron argumentó que el huevo no llega al consumidor más barato “porque no hay”. Es así “por una situación inédita: en estos 60 días las mujeres están en la casa, la familia está en la casa, y es increíble cómo se triplicó el consumo de huevos, porque se amasa, se cocina diferente, se usan más huevos”.
Respecto de los precios, pidió que se tenga en cuenta “que en marzo teníamos un dólar y ahora tenemos otro muy distinto, lo mismo que le pasa a los criaderos de pollos. Los que toman decisiones en el gobierno no toman la dimensión de nuestros costos”, remarcó.
“Están viniendo todos los días, te visitan desde el Ministerio de Agricultura y de Defensa del Consumidor. Dicen defender al consumidor atacándonos a nosotros. Es una situación muy preocupante”, contó.
Mariela Baron tuvo palabras de elogio para el presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas, Javier Prida. “Sé que ha hecho todo lo que ha podido para explicar, fundamentar, mostrar por qué es trabajar a pérdida retrotraer los precios, pero evidentemente no han escuchado y siguen avanzando”, concluyó.
Prida enfrentó los micrófonos y las cámaras de los medios para aclarar que “el productor no es el formador del precio al que se vende el huevo al consumidor en los 50.000 comercios alimenticios del país. Por el contrario, hoy el productor afronta el desafío de sostener el abastecimiento al 100%, con una demanda que creció en un 40%, con costos al alza, menos animales y la baja productividad de los actuales lotes”. Y remarcó que el precio pagado al productor “no subió desde octubre de 2019 con un incremento de costos promedio de entre el 15% y el 20% a nivel nacional”.
“En lo que respecta a los supermercados, los productores tienen un costo de producción de entre $85 y $90 por docena y la venden a pérdida a $75 la docena menos los descuentos. Luego, el consumidor paga $120 la docena en las góndolas, dejando un margen al súper del 66,66% por un producto que vende y cobra en 24 horas y lo paga a 60 días”, adujo Prida, desde Cámara Argentina de Productores Avícolas.
La voz de un productor indignado, dispuesto a resistir al decomiso
En el mismo grupo de WhatsApp en el que Mariela Baron describió el cuadro de situación, intervino un productor cordobés, que no escondió su indignación, al relatar:
“Comento lo que acaba de pasar. Nos han llamado desde el gobierno a una reunión. Hemos ido y nos han intimado a bajar el precio del huevo. ¿Pero cómo vamos a bajarlo?, le dijimos, si en febrero hizo un año que el precio no subía y los cereales estaban hace un año con un dólar de 20 pesos y terminaron con otro de 65 pesos en febrero. Imagínate el desfasaje económico que tenemos. ‘Tengo orden de Buenos Aires –nos respondieron-, que las avícolas de huevos retrotraigan los precios a marzo. Caso contrario me dicen que tengo que decomisar toda la producción y repartirla en todas las villas’. Y yo le dije: ‘Mirá, vos me mandás a decomisar mi trabajo de 45 años, y yo te juro y te aseguro que a mí allá, con las manos vacías no me van a encontrar. Así que tratá de que vayan bien armaditos para retirarme toda la producción, porque son 45 años de trabajo y no voy a permitir que me los lleven así como así”.
El relato del cordobés no terminó ahí. “Ahora –dijo- nos han vuelto a llamar y dicen que tenemos que vender en la granja de a un cartón por cliente a 80 pesos el cartón, y está a 200. Nos han fijado un cupo de 50 cartones a cada uno y tenemos que donar, por semana, 10 mil huevos, para que ellos los repartan en las villas. ¿Qué te parece lo que nos están haciendo estos kirchneristas? Te juro por mi hijo, por mi nieto y por mi vida, que voy a matar todas las gallinas si me llegan a hacer eso”, concluyó. Fuente: El Entre Ríos