El juez dispuso que por el crimen de Gonzalo Calleja, por el momento queden presos en la cárcel, hasta que se les entreguen las tobilleras
En la extensa audiencia que se inició a las 19 del jueves, finalmente el juez de Garantías Ricardo Bonazolla resolvió disponer en la causa que se investiga el homicidio de Gonzalo Calleja, la prisión preventiva domiciliaria con tobilleras de los cuatro imputados en la causa. De esa manera, tomó una medida intermedia, a fin de que se siga investigando, pero insistiendo en la necesidad de robustecer las pruebas. Se aclaró que hasta tanto no lleguen los dispositivos electrónicos, sean alojados transitoriamente en la cárcel de Paraná.
El arranque de la jornada, se inició con un descargo del juez Bonazolla, reclamando investigar hasta aclarar los bochornosos sucesos que se vivieron el miércoles, cuando se suspendió la audiencia por las dudas de existencia de Covid en uno de los acusados.
Luego que el fiscal Santiago Alfieri diera detalles de la acusación que los imputaba del Robo, privación ilegítima de la libertad y homicidio, desgranó la información alertando que cerca de la víctima llegó a la zona de la Escuela Hogar, donde el grupo de acusados, y otros le robó 15.000 dólares.
Además, precisó que en la casa de Iván Garay, entendió que esta persona asesinó a Calleja, asfixiándolo.
En esa línea quedaron con la responsabilidad: Ezequiel Morato, Iván Garay, Ramiro Colman y Alberto Osuna, junto a otras personas más que aún no pudieron ser identificadas.
Por los riesgos procesales, reclamó la prisión preventiva por 90 días en la cárcel de Paraná.
A su turno, los abogados defensores César Jardín y Andrés Amarilla (Osuna); Eduardo Daniel Gerard y Marcelo Franco (Morato); Fernanda Alvarez (Garay) y Patricio Cozzi (Colman), todos se opusieron al reclamo de la fiscalía.
Tras criticar una a una las pruebas, que fueron atacadas con otras informaciones y datos, es que pidieron al juez disponer la inmediata libertad, o bien en subsidiaria, la prisión domiciliaria para sus pupilos.
La fiscalía aportó entre las pruebas, dos testigos de identidad reservada, que a criterio de los defensores, no fueron coherentes en los datos, más bien los consideraron poco creíbles.
El abogado Gerard puso en tela de juicio hasta la autopsia, no en sí a los profesionales, sino que ante la falta de la misma en el legajo, solo se puede «teorizar», sobre la muerte de Calleja, y para lo cual el fiscal entiende en su idea que se está frente a un homicidio.
Por la falta de pruebas contundentes, no se puede disponer el arresto cautelar en la unidad penal, coincidieron en marcar todos los abogados.
La Resolución
a las 23,30 de este jueves el juez luego de escuchar las aclaraciones finales de las partes, informó que se retiraría a analizar la resolución.
Luego del cuarto intermedio, Bonazolla informó a las 0,20 de este viernes, que «hay elementos acreditados en esta instancia de la investigación por parte de la fiscalía, que con la provisoriedad de la instancia, se puede tomar una medida cautelar».
Para el juez, pese al esfuerzo de las defensas, no pudieron romper el reclamo de la fiscalía. Pese a esto, dijo que coincidía con las defensas, no había riesgos de fuga con la sola invocación de antecedentes o condenas anteriores.
«Entiendo que sí hay riesgo en el proceso de la reciente investigación, ya que restan pruebas por producir, como el propio testimonio de testigos que viven en la zona donde habitan los imputados, y donde ocurrió este hecho grave, lamentable y triste que le quitó la vida a una persona joven», resaltó Bonazolla.
«La causa está caratulada como homicidio, y por eso se debe proteger a los testigos que restan incorporar en la causa. Por lo que es un obstáculo dejar a los imputados en libertad», añadió el magistrado para marcar: «Además, faltan encontrar elementos de prueba que son de gran importancia».
En su resolución, el magistrado valoró: «como creíbles a los testigos de identidad reservada».
«La medida de coerción, que se debe aplicar es para que sea eficaz en esta etapa de la investigación», dijo el juez para detallar: «una medida racional es el arresto domiciliario con el monitoreo de dispositivos».
De esa manera, Ezequiel Morato, Iván Garay, Ramiro Colman y Alberto Osuna se mantendrán alojados en la cárcel de Paraná, hasta tanto lleguen los dispositivos electrónicos que deberán ser entregados en los próximos días.
En la aclaración marcó que por lo informado, el trámite de entrega del material, tardará entre siete a 10 días.
Con este panorama, los defensores anunciaron que acudirían en apelación, para reclamar que no permanezcan alojados en la cárcel. Fuente: Uno.