Por primera vez el consumo de pollo alcanzó al de carne vacuna

El consumo de carne aviar, con 50 kilos por habitante/año, que se logró en los últimos meses, alcanzó al de carne vacuna, que tuvo un retroceso Crédito: Archivo

El consumo de carne aviar ya está por primera vez en el país en el mismo nivel que el de carne vacuna, según datos del sector.

El mes pasado, el consumo de carne vacuna se ubicó, anualizada, en 50 kilos por habitante/año. Según un informe de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes (Ciccra), ese nivel representó una caída del 2,6% o 1,3 kg/hab/año menos versus igual mes de 2019. Si se compara con los últimos dos años, la baja en el consumo de carne vacuna llega al 13% o 7,5 kg/hab/año.

Este fenómeno, que fue progresivo, ocurrió en medio de una pérdida de poder adquisitivo de la población que hizo que se buscarán otras carnes alternativas, como el pollo y el cerdo que, no obstante haber aumentado sus precios, presentaron en su momento una relación favorable con respecto a la vacuna.

Estas carnes alternativas a la vacuna, además, aumentaron su producción y tuvieron una estrategia de llegada al consumidor, con productos semi-listos o preparados, que permitió que mejore su consumo.

Carnes: un punto de inflexión

En el caso puntual de la carne aviar, los hoy 50 kilos por habitante eran solo 18,4 kilos en 2003, luego saltó a 40,4 kilos por habitante/año en 2014 y consolidó la suba hasta el valor actual en los últimos años.

Por su parte, la carne porcina también fue ampliando su consumo. Los 5,33 kilos por habitante año de 2003 subieron a 10,65 kilos en 2014 y 14,15 kilos el año pasado, según cifras oficiales. Sobre la carne de cerdo, para Juan Uccelli, consultor, en cambio el año pasado el consumo tocó los 18,6 kilos y ahora ronda los 19,5 kilos.

“Hace cuatro meses estamos pisando los 50 kilos, a veces un poco más, a veces un poco menos”, señaló Roberto Domenech, presidente del Centro de Empresas Procesadoras Avícolas (CEPA), confirmando el logro de la carne aviar.

Fernando Vilella, director del Programa de Bioeconomía de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires (UBA), señaló que, considerando el total de las carnes, la de pollo ya representa el 42%, igual que la vacuna. El porcentaje restante se divide entre las carnes porcina y ovina. En números, según indicó Vilella, son 50 kilos para carne aviar, 50 kilos para vacuna, otros 15 kilos para porcina y 2 kilos de ovina. Esto da unos 117 kilos.

“Estamos en los topes mundiales”, señaló el experto, en referencia a que el país está apenas por debajo de los 120 kilos de todas las carnes en Estados Unidos.

Según Ciccra, desde julio de 2019 el precio promedio de los cortes vacunos aumentó 61,7%, cuando el pollo lo hizo un 64,3% y el promedio de los cortes porcinos treparon un 96,4% Crédito: Archivo

Puntualmente, los números del consumo de la carne vacuna han venido a la baja desde hace varios años. Desde los 69,4 kilos por habitante/año en 2007 ahora ronda los 50 kilos informados por Ciccra.

Según Vilella, el consumo de carne vacuna está “estabilizado” en el actual valor, mientras que la “tendencia mundial es a subir la de pollo”. Vilella proyectó: “Creo que acá será lo mismo. Vamos a tener tres (próximos) años de poco poder adquisitivo y eso va en línea con el aumento de proteínas baratas”.

En su opinión, este año lo que ocurrió también fue que, si bien la carne de pollo venía creciendo, “por un tema de costos internos la exportación quedó complicada y se volcó más al mercado interno”.

En materia de precios al público, si bien las carnes alternativas en su momento tomaron impulso frente a la vacuna, entre otros factores, por una relación más favorable, han registrado también un repunte de valores. En esta línea, según el último reporte de Ciccra, desde julio de 2019 el precio promedio de los cortes vacunos aumentó 61,7%, cuando el pollo lo hizo un 64,3% y el promedio de los cortes porcinos treparon un 96,4%. Por: Fernando Bertello / La Nación