Por el aumento del gasoil al campo le significará unos $ 6220 millones extra

Una de cal, otra de arena. A las aliviadoras lluvias de la semana pasada y a los precios de granos más altos desde hace seis años, el primer aumento del año de combustibles de alrededor del 3,5%, significará para el campo unos $6220 millones de extra de gastos.

Según cálculos del sector, serán $3,107 por cada litro cargado en el tanque que se le sacarán al sector productivo, si se anualiza la incidencia de este último aumento, “que se suman a los costos de la cadenas agroindustriales argentinas”.

El dato lo brindó Matías Lestani, responsable del Departamento Económico de CRA que además señaló que “que solo tomando este último aumento, el campo aportará anualmente unos $2923 millones de pesos en concepto de impuestos”.

“La actualización obligatoria trimestral por IPC del Impuesto a los Combustibles Líquidos y el impuesto al Dióxido de Carbono empiezan a hacerse sentir en el bolsillo de los productores hoy en un 7,7%, fruto de la inflación minorista. Aumentan la presión fiscal recaudada con cada carga y en algunos casos ya llega al 47% de lo pagado por la factura de combustible son impuestos”, señaló.

Para el economista, YPF continúa avanzando entre “su intención de atar la actualización de los precios y su necesidad de mejorar sus balances, subiendo el precio de un insumo sensible y esencial en las distintas cadenas agropecuarias”.

Por su parte, para la Federación Argentina de Entidades Empresarias del Autotransporte de Cargas (Fadeeac), este aumento es el sexto consecutivo desde agosto pasado y una continuación de la aceleración de los costos de los últimos meses y que impacta en enero en un 2% en el índice final en el transporte, pero que podría llegar al 3% como ocurrió en noviembre y diciembre.

Emilio Felcman, director del Departamento de Estudios Económicos y Costos de la entidad, señaló que los aumentos moderados de costos en el transporte hasta julio pasado se dispararon al mes siguiente y espera que en la próxima mesa de negociación con el sector agropecuario, se puedan equiparar los valores a la realidad. En la última mesa, donde participó la Dirección de Transporte Automotor de Cargas, se estimó aplicar una variación del 19,5% para el período enero-septiembre de 2020.

“La operatividad del trasporte de carga es más cara hoy que hace seis meses, cuando se cerró la última negociación con las entidades del campo. Tenemos que retomar en breve porque los valores se ajustaron al tercer trimestre y restaría adicionar en la próxima negociación los costos del último trimestre de 2020 (octubre-diciembre) y el correspondiente a enero de 2021″, puntualizó.

En este sentido, recordó que si bien hubo una desaceleración de los costos en el último año con respecto al 2018/19 por la pandemia “no deja de preocupar al sector el fuerte y marcado incremento, sumado a otros costos muy superiores que los afectan como la suba del 70% de neumáticos el año pasado luego de una cifra similar en el 2019, aparte del faltante que existió”.

Jorge Scoppa, presidente de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma) coincide que la suba en los insumos y autopartes es lo que más preocupa al sector.

“Con los precios buenos de los granos, los productores pueden pagar un poco más, pero los contratistas vienen castigados también por otros aumentos como son de las autopartes. Este aumento forma parte de un combo de costos donde terminamos con poco margen. Nos repercute a los dadores de servicios que venimos sufriendo las consecuencias del que especula y hace la diferencia, por ejemplo con los neumáticos de las maquinarias que en el último año duplicaron su valor”, dijo a LA NACION.

Para Scoppa, este año va a ser un año complejo. “El problema es la incertidumbre y la situación crediticia que frena la inversión al sector productivo. La suba de combustible es otro golpe y debemos modificar las listas de maiz y girasol, si sigue subiendo”, indicó.

Asimismo, contó que la incidencia del combustible en el sector se ha reducido al 15%, cuando hace un año esa influencia era del 25%. “Pero igual nos perjudica porque nos hace cambiar las listas todo el tiempo. Creo que el combustible va a seguir subiendo y nosotros tendremos que subir nuestras listas, sobre todo cuando no existe financiamiento de las petroleras y debemos pagarlo a los 15 días”, cerró.

En tanto, según el economista de Fadeeac, se escuchan voces en el rubro petrolero que “se debe acoplar los precios internos a los precios internacionales”. Sin embargo, indicó que “durante la pandemia, cuando el precio internacional se desplomó en el mundo acá se mantuvo el valor ¿Por qué no bajó entonces? ¿Cómo va a ser la política de hidrocarburos ahora? Porque el combustible a nivel regional no está retrasado, si lo comparamos con Brasil y Chile”.

Por último, Lestani entiende que este aumento “es un escalón más de incremento a la cuasi confiscatoria presión fiscal que se ejerce sobre todos los sectores productivos de la Argentina, pero el bolsillo de estos ya no da para más y los ánimos empiezan a recalentarse casi en línea con los precios de los combustibles”. “El gasoil hará sentir una vez más en el año su peso específico dentro de los costos y en el bolsillo del productor”, concluyó. Fuente: La Nación.