Al equipo dirigido por Facundo Sava le anularon -mal- dos tantos: uno por un offside inexistente y otro por un penal que no era. Todo Patronato se le fue encima al árbitro con el DT santo a la cabeza. Terminó con incidentes con la policía.
Un decisión muy polémica del VAR le privó a Patronato de un gol legítimo contra Barracas Central en la cancha de All Boys, donde el Guapo hace de local. ¿Qué ocurrió? Encaraba un jugador del Patrón y hubo un rechazo de Brian Salvareschi: la pelota derivó a Axel Rodríguez que estaba en posición adelantada. Pero eso no debía considerarse offside por la simple razón de que la pelota no salió desde un compañero sino un rechazo del hombre de Barracas. Al menos no se pudo apreciar que la pelota rebotara en Sebastián Medina (Patronato) fue imperceptible
Rodríguez remató y convirtió, pero luego el referí Jorge Baliño, a instancias de Diego Abal, encargado del VAR, y de Diego Ceballos, a cargo del AVAR, anuló el tanto. Es evidente que interpretaron que hubo roce de un jugador del Patrón, lo cual no pudo apreciar. Hubiese sido el 1 a 0.
Luego, un golazo de contragolpe de Patronato para el 2-1, para festejar, de Axel Rodríguez. Pero el equipo del VAR llamó al juez Baliño porque previamente hubo una fricción con Calderara en el área del Patrón. No pareció suficiente para cobrar falta, pero…
El VAR llamó al árbitro Baliño quien, luego de varias repeticiones, se convenció de que había falta previa de Justo Giani. Entonces, lo que era 2-1 de Patronato, fue penal para Barracas. No pareció haber falta, sino que el hombre de Barracas exageró la caída. El penal luego fue atajado, pero enseguida llegó el cabezazo de Rincón para el 2-1 de Baracas.
No fue la única situación polémica: después Baliño, tras ver el monitor, expulsó a Nico Castro, del visitante, por un planchazo sobre Iván Tapia, de Barracas. Aquí la decisión fue acertada.
Y algo muy extraño: los jugadores del Patrón no pudieron volver al vestuario en el entretiempo porque hubo un corte de luz.Barracas, en la misma cancha, había sido favorecido por un error arbitral ante San Lorenzo, cuando Baliño no le cobró un claro penal al Ciclón por foul a Bareiro. Además, le anularon un gol por un offside que no fue.