Para el consultor Salvador Di Stefano, advierte que la brecha cambiaria seguirá siendo elevada, y el dólar de $ 380 es una ganga. También señala que la sequía en la Argentina no tendrá incidencia en los precios internacionales por la mayor producción de soja y maíz en Brasil.
“El Gobierno nacional deberá enfrentar el año 2023 con profundas dificultades, la inflación esta indomable, la tasa de interés deberá ser elevada, y el tipo de cambio se utilizará como ancla para detener la suba de los precios”, comienza diciendo el último informe del analista económico Salvador Di Stefano.
Sigue opinando que en el mes de febrero el dólar oficial subiría el 4,0%, como forma de contener la suba de precios, alineando la devaluación con el objetivo de aumento en los precios de la economía, a través del programa Precios Justos. “El gobierno cree que desde el Banco Central y manipulando el tipo de cambio, puede conducir la suerte de los precios en la economía, descartando que la inflación es un fenómeno monetario. El error es creer que la inflación proviene de un fenómeno cambiario“, señala el economista.
Para Di Stefano, el Banco Central debería contener la cantidad de moneda, y trabajar para hacer crecer en forma genuina las reservas. “Las reservas reales del Banco Central son negativas, porque si el ente rector se pusiera al día con la deuda comercial por importaciones, no alcanzarían los dólares en caja para satisfacer el pago”, indica.
Colocación de deuda en el mercado
Señala el informe que el Gobierno está colocando deuda en el mercado para poder financiar el déficit presupuestario, las colocaciones logran rendimientos increíbles, por ejemplo, una letra con vencimiento al 31 de marzo rinde el 109,5% anual, cuando colocar en un banco sumas superiores a $ 20 millones a un plazo de 30 días no pagan más del 91% anual de tasa efectiva.
Agrega que “los problemas están por venir” a partir de conocerse que la cosecha de soja que en 2022 ascendió a 43,3 millones de toneladas, será inferior a los 35 millones de toneladas, y en el caso del maíz que fue de 51,1 millones de toneladas, sería inferior a los 42 millones de toneladas. “Esto implicaría que podrían ingresar al país unos U$S 8.000 millones menos de exportaciones, menos reservas, ingresos fiscales y recalculando el presupuesto”, dice Di Stefano.
La sequía argentina no incidirá en los precios internacionales
Un problema adicional es que la sequía en Argentina difícilmente repercuta en los precios. En el año 2022 Brasil cosechó 125,5 millones de toneladas de soja, y este año cosecharía 152,9 millones de toneladas; con la ganancia de Brasil compensa y supera la caída de cosecha de soja argentina.
En maíz sucede algo parecido: en el año 2022 la cosecha de Brasil fue de 112,8 millones de toneladas, y este año cosecharía 123,7 millones de toneladas.
“La Argentina perdería cerca de U$S 11.000 millones de exportaciones” dice Salvador Di Stefano
“Esto implica que hay soja y maíz a escala mundial, no hay peligro de suba de precios, una mala noticia para Argentina. El mercado de soja, maíz y trigo está totalmente intervenido por el Gobierno, que con decisiones espantosas no deja que los precios fluyan en el mercado”.
Conclusión
La Argentina perdería cerca de U$S 11.000 millones de exportaciones, y podrían ser muchas más si el Gobierno sigue ajustando el tipo de cambio a un ritmo del 4,0% por debajo de una inflación estimada para enero entre el 5,5% y 6,0%.
Los precios de los productos que exportamos no tienen perspectivas de suba, el mundo crecerá menos que en el año 2022, la tasa de interés es más elevada, y no hay un escenario disruptivo por delante.
Los precios de los productos que exportamos no tienen perspectivas de suba.
La economía argentina mostraría un PBI en baja para el año 2023, por ende, habrá que prepararse para un año en donde las ventas serán bajas, y habrá que trabajar en la mejora de productividad y baja de costos.
“Si en este contexto, el Gobierno elige, a contrapelo del sector privado, expandirse y financiar el déficit con deuda o emisión, la brecha cambiaria seguirá siendo elevada, y el dólar de $ 380 es una ganga.
“Pero sería mucho más grave, que la oposición que puede gobernar el país en el año 2023, avise que la deuda contraída por el actual Gobierno no sería honrada; eso sería determinante para que el blue alcance valores impensados”, concluye Di Stefano.