La Jefatura Departamental San Salvador informó, a efectos de evitar malos entendidos, que en la fecha dejó de existir el can al que llamaban «Negro», que desde hacía muchos años recorría los pasillos del edificio y se alojaba también aquí.
Sabido es que su salud era precaria desde hacía bastante tiempo y en los últimos días se lo observaba llorar casi permanentemente.
Viendo este padecimiento, se lo trasladó hasta una Clínica Veterinaria local, donde la profesional indicó que debido a su edad y enfermedad ya no había forma de darle una mejor calidad de vida, por lo que lo inyectó para poner fin a su agonía.
Desde la Policía agradecen a los funcionarios que acompañaron al animal en sus últimos momentos, porque aunque fue un acto piadoso de amor, sin duda fue doloroso para ellos.