Mega causa Urribarri: Berthet reconoció que de los contratos de obra “no había ningún tipo de control y cada 6 meses te preguntaban si continuaban”

En la siesta de este jueves, el ex legislador por San Salvador, tuvo que sentarse en el banquillo en la Megacausa que tiene como principal involucrado al ex gobernador Sergio Urribarri. Si bien brindó detalles de la relación con Aguilera, hermano de la esposa de Urribarri, algunos destacaron la “desopilante” introducción que realizó sobre las internas de los últimos 15 años, que descolocó el motivo de su presencia en el estrado.

Hugo Oscar Berthet habló pensando cada una de sus palabras. Con tono ameno y coloquial fue respondiendo cada una de las preguntas del Ministerio Público Fiscal (MPF) y algunas de las defensas. Por momentos tenía memoria precisa y en otros hubo que recordarle sus propias palabras en una entrevista previa con los fiscales. Declaró en la causa conocida como “de la vaca” o “de las imprentas”.

Lo central tuvo que ver con una charla que tuvo con Juan Pablo Aguilera, cuñado de Sergio Urribarri, con quien Berthet aseguró “estar siempre muy enfrentados políticamente, pero con una buena relación personal”.

“Nosotros hablamos allá por 2010 y lo noté decaído, desilusionado con la política. Ahí me dijo que quería hacer un emprendimiento con la señora y le aconsejé que tenía que ir despacio porque quizá él podía expandirse pero el mercado después se achica.  Para consolarlo le dije que a veces no es lo mejor estar en primera fila en política sino ser amigo de los políticos”, respondió el ex legislador ante una pregunta de la fiscal Patricia Yedro.

Ante la repregunta de la fiscal y la decisión de Berthet de continuar con su relato, Yedro solicitó que se reproduzca una entrevista que el propio Berthet había tenido con la fiscal en la etapa de la Investigación Penal Preparatoria (IPP): “Una vez me contó que tuvo un emprendimiento con amigos de él, que tenía una imprenta. Le dije que vaya despacio, que tenga cuidado y que no es fácil. Le expliqué que había ejemplo de gente que se había expandido mucho y después el mercado se achicó”, le había dicho Berthet a Yedro respecto a la charla con Aguilera. Justamente, el hermano de la esposa de Urribarri, le respondió a Berthet en aquella charla: “Mi cuñado me dice lo mismo”.

Es decir, Berthet en el debate pretendió decir lo mismo sin decir lo importante: recortó de su recuerdo el rubro del emprendimiento privado al que se refería Aguilera y cambió “amigos” por “su esposa”. Eso se zanjó con el refresco que hizo la fiscal al reproducir el audio ante el Tribunal compuesto por José María Chemez, Elvio Garzón y Carolina Castagno. “Puede ser que me haya dicho lo de la imprenta”, reconoció.

El exlegislador dijo desconocer las empresas con las que se vincula al cuñado del actual embajador en Israel y Chipre. Pero destacó el gusto de Aguilera por la publicidad: “A muchos le sorprendió la cantidad de afiches y publicidad que hicimos en las elecciones de 2009 que nos permitió perder dignamente y en eso tuvo que ver Aguilera”. “Me acuerdo que ese oficio le gustaba”, remató.

En reiteradas ocasiones lamentó que la dupla Urribarri/Aguilera le hayan “birlado” dirigentes políticos que el formaba. En ese contexto, buscó explicar lo que ocurrió con dos contratados durante su último período como diputado, Julio Alegre y Tati Galarza. “Alegre un muchacho de General Campos. Es conocido, jugábamos al baby fútbol. Compartimos cosas en la infancia. Estuvo un tiempo trabajando conmigo en el periodo, creo que era un contrato de obra. Estuvo hasta el final de mi gestión en 2011”, relató. De Galarza dijo no recordar el nombre de pila, pero destacó que había sido secretario de Gobierno en la pequeña localidad y que tenía mayor trayectoria política.

Fiscalía indagó en cómo habían sido esas contrataciones en la legislatura, cómo se le abonaba el salario y que funciones cumplían bajo su mando: “Cuando estaba la orden del cupo, uno mandaba los nombres a administración y ellos hacían todo el trámite correspondiente. Por mí no pasaba ninguna documentación. La mayoría eran contratos de obra. No rendían, no había ningún tipo de control y cada 6 meses te preguntaban si continuaban. Ellos tenían que facturar, eran monotributistas”, respondió.

Casi anticipándose a las preguntas del MPF, Berthet dijo que “si estos chicos terminaron con Aguilera no me sorprendería”. Efectivamente, las preguntas empezaron a girar en torno a si Berthet conocía que Alegre y Galarza tenían un trabajo en el ámbito privado y el ex diputado negó tener información al respecto.

“Ellos estaban en Paraná y es muy probable que se encontrara con otros amigos de San Salvador o General Campos, no tenían ningún horario estricto, pero no tengo ni idea si trabajaba para alguna empresa”, señaló.

Fue allí cuando los fiscales indagaron sobre Alejandro Almada y Emiliano Oscar Giacopuzzi, ambos imputados en este megajuicio: “No sé qué función cumplía Almada, sí que trabajaba en diputados, en el área contable y me saludaba”.  Respecto a Giaccopuzzi, Berthet aseguró haber conocido a sus padres que fueron a General Campos desde San Salvador pero que al imputado en el juicio no lo conoce. Fuente: Análisis.

 

OTRA VISION DE LOS DICHOS DE BERTHET

Por su parte Pagina Judicial, al hablar de la exposición de Berthet lo tomó como un recreo dentro de la jornada y definió como “desopilante” a su introducción.

Luego de la kilométrica declaración de la funcionaria, fue el turno del ex legislador Hugo Berthet. La desopilante introducción, en la que repasó las internas del PJ de los últimos 15 años, complicó enfocarlo en la causa. “Lo hice diputado a (Hernán) Vitulo o al chico de Kramer, que lo saqué de Ramírez, y se fue con (Adán) Bahl y Urribarri”. Y así fue contando anécdotas mientras la fiscal Yedro trataba de llevarlo a los legajos que se están sustanciando en estos días.

Repasó encuentros con Jorge Busti y opiniones que aportaba Augusto Alasino para definir acciones del partido tras la derrota del justicialismo en 1999. Saludó la iniciativa de Juan Domingo Zacarías de recaudar a través del pago del 10 por ciento del salario de cada afiliado. De lo más pintoresco por la galería de personajes que trajo a colación y que en algunos casos mencionó con el sobrenombre. Eso sí, de la causa nada.

Sobre la figura del imputado Juan Pablo Aguilera, el cuatro veces legislador (entre diputaciones y senadurías), dijo haberlo conocido en el Senado, donde se desempeña (y tiene planta permanente). Recordó que el cuñado de Urribarri tuvo en el PJ un “rol protagónico en la campaña, según los compañeros, quizás por méritos propios, quizás por su cercanía con el gobernador”.