Historias de aventuras recorriendo el país hay muchas, pro hacerlo con una moto Dax modelo 70 solo una. La de Manuel Villalva, el joven de San Salvador de 27 años, de profesión peluquero, que cumplió el sueño de una travesía única, inigualable y que le dejo una mochila súper cargada de vivencias que cuenta en esta nota.
Salí de San Salvador el 26 de noviembre del 2021 en una Honda Dax modelo 70 del año 94. La moto la compré en la pandemia para andar en la ciudad. Pero como me había quedado con las ganas de llegar a Ushuaia en la bici, dije tengo que llegar en la moto. Ese fue el objetivo, apuntó Manu Villalva.
En bici había realizado un recorrido importante y me agarró la pandemia en Chubut. Me tuve que volver en ese momento porque no se podía seguir.
Cuando compré la moto salía todos los domingos a pegar una vuelta por San Salvador y en un momento dije tengo que hacer un viaje. Como que tengo un gen viajero que me dice que tengo que salir. La primera meta era llegar a Ushuaia.
Sobre el recorrido dijo que tenía algo más o menos armado, pero siempre surgen nuevos trayectos. O sea que iba medio a la deriva, si salía otro camino, me iba y conocía. También había gente que me recomendaba lugares, entonces apuntaba un poco a las recomendaciones de la gente.
Cuando llegué a Ushuaia la gente me decía que tenía que hacer la ruta 40 porque nadie la hizo en una Dax. Esa idea me comenzó a carburar en la cabeza y cuando llegué a Ushuaia lo charlé con la gente y me decidí a hacer la Ruta 40, apuntó Manu.
En casi todo el sur la gente te recibe por el hecho que sino se sufre mucho el frío. Llegué y era como un invierno de acá. Tenía cuatro camperas y medio que seguía teniendo frío. Recién a la semana o a los diez días empecé a sacarme las camperas, agregó. En Ushuaia pasé Navidad, recordó, como para tener una idea de la temperatura de esa zona.
La velocidad en la que viajaba era a 50/60 kms. por hora, pero en el sur los vientos son muy jodidos y viaja a 15/20 kms.,
Sin la gente que conocí en el trayecto no podría haber hecho el viaje. En todas las provincias te dan una mano grande y he conocido personas espectaculares en el viaje. Te ayudan en el hospedaje, porque si tenes que ponerte a pagar el hospedaje no lo haces al viaje. Además, te daban comida, a veces me cargaban combustible gratis.
Para acampar llevé todo. Carpa, bolsa de dormir y en algunos lugares tuve que acampar con temperaturas bajo cero y no se lo recomiendo a nadie porque te morís de frío. En la zona de El Calafate y El Chalten te cae agua nieve en la carpa. Te queres morir del frío, señaló manu.
Siempre viajaba con la confianza que alguien te iba a invitar a su casa. Así fui conociendo gente que me invitaba a su casa.
Con la moto el primer problema que tuve fue en Comodoro Rivadavia pasando para Santa Cruz, donde la ruta está desecha, y hay un pozo más grande que el otro. Rompí un tornillo del motor. Había subido una historia de todo el aceite que había perdido la moto y cuando llego a otro pueblo, un muchacho me estaba esperando con una Hilux para cargarla y llevarla a un taller y la arreglamos.
Después cuando estaba yendo de El Chaleten para Perito Moreno y le costaba arrancar, hasta que llegue y no me arrancó más. Ahí estuve dos semanas esperando un repuesto que no era. La acomodamos con otro repuesto que tenía el mecánico y pude seguir. En esas dos semanas estuve de jardinero, hice quinta, pintor, etc.
En cuanto al tema del dinero, salí con la mentalidad de si tenía que trabajar lo iba hacer. Pero con el apoyo de mis padres y de la gente, surgió la posibilidad de tener que trabajar por el tema del hospedaje para compartir gastos, les daba una mano en algo en una casa. Como estuve dos semanas sin nada que hacer le propuse en el patio de tierra el jardín, le plantamos césped, compramos plantas, le pinté la casa.
La idea también fue compartir en las redes sociales lo que iba haciendo, pero en el sur, donde arranca la ruta 40, volqué con la moto y se me rompió una camarita y un teléfono donde tenía todo, miles de fotos y videos. Ahí fue cuando dejé de lado un poco las redes sociales y seguir mi viaje. Aunque las redes sociales me ayudaron muchísimo en el viaje. Por ejemplo, en el norte subía una foto, y 100 personas me escribían. Era una locura, tenía que elegir donde quedarme, rescató Manu.
Como anécdota había autos que me pasaban en la ruta y paraban en la banquina para hacerme señas y saludarme. En un momento algunos me preguntaban si era Manu. Y todo el mundo me decía el loco de la Dax. En la parte más alta de la ruta 40 nos encontramos con unos moteros y me dicen “vos sos el loco de la Dax”, no lo puedo creer y nos encontramos en el medio de la nada.
La ruta 40 es increíble de punta a punta. No me puedo quejar de nada. Incluso en algunos lugares me desvié de la ruta para concomer otros lugares. Hay partes de ripio que están horribles. Por ejemplo, los últimos 800 kms de la ruta 40 son de ripio y es una locura.
Tengo miles de anécdotas, pero se inclinó por una especial. “Cuando me dijeron por la ruta 40 vas a pasar aproximadamente 16 ríos, yo decía, la pucha, no paso acá. Empecé a subir y a pasar ríos que eran cortitos y te tapaban las zapatillas. Después del cuarto y quinto río el agua me llegaba a la rodilla. Chau hasta acá llegue. Baje las cosas, con la moto al costado acelerando y a la mitad del río se me apaga la moto y la tengo que levantar y la tiré para afuera. Re caliente, revoleó el casco 50 metros y voy cabeza gacha a buscarlo y la moto no me arrancó. Estuve una hora y media para arrancarla. Era el cuarto y me quedaban diez más. Entonces me ponía a pensar que hago acá.
La lluvia me agarró en los primeros días en La Pampa. Armé la carpa detrás de una estación de servicio y empiezan a caer unas gotas grandísimas y la carpa no aguantaba el agua. Mientras armaba la carpa se me había mojado todo. Y así tres días de tormenta que no paraba. Viaje tapando la moto para que no me entre agua al tanque. También me tomó la lluvia en Misiones.
Llegué a La Quiaca, de ahí bajé por la ruta 9 que viene por Humahuaca, Tilcara, y más abajo cerca de Salta Capital tomas la 16, que hace Salta, un poco de Santiago del Estero, Chaco, Corrientes y une con la 12 que va para Misiones. Me fui para Cataratas y quería hacer la ruta costera que viene por la costa del río Uruguay que es la ruta 2. Hubo partes que no pude hacer como los Saltos del Moconá.
También el tema del combustible es complicado, porque hay trayectos de 200 a 300 kilómetros donde no hay nada. Pero llevaba un bidón de 10 litros que era más grande que el bolso, pero lo necesitaba sí o sí. De Río Gallegos a la isla tenes que hacer unos 310 kms. y pasar la barcaza. Ahí estaba preocupado porque los chilenos no te dejan llevar un bidón. Le carcomí la cabeza diciéndole que no iba a llegar. Entonces me dejaron pasar, subir a la barcaza y estuve feliz.
Por día, dependiendo de los lugares, podía hacer 100 o 200 kms por día.
Para cocinarme llevé mi anafe u y una ollita donde tenía sopa, café, fideos. Por eso en el sur era mejor cocinarte y el norte comprar la comida que es más barata. Cocina dentro de la carpa y no quería ni salir, destacó Manu Villalva, el loco de la Dax que volvió porque “me trajo el frío”.
Quiero pasar el invierno acá, acomodar un poco la moto, dejarla más cómoda para viajar y apuntar a ir a otros países. Me gustaría hacer la costa de Uruguay y de Brasil, terminó diciendo el joven sansalvadoreño que salió a recorrer Argentina en una moto y lo consiguió con creces.
Nota de Alejandro Félix – FM Imágenes.