Una joven de 21 años, le pidió a su mamá en el barrio Molinari, que la dejara morir porque era la única manera de terminar con las drogas. “Por favor mamá ayudame a morir que es la única salida que tengo para terminar con todo esto” gritaba.
Un dramático momento vivió una joven madre de 21 años de edad, quien tiene serios problemas de adicción a las drogas, cuando durante la madrugada pidió desesperadamente a su madre que la dejara morir, porque era imposible vivir sin drogarse por lo que necesitaba terminar con su vida.
Ella tiene 21 años de edad, es madre de un niño de 2 años de edad y actualmente se encontraría embarazada.Vive en Gualeguaychú en el barrio Molinari y también en Ceibas dónde se encuentra su padre biológico.
La madre había denunciado en Radio Máxima que estuvo internada en la Fundación «Aprender a Vivir» lugar al que llegó por decisión propia.
“Cuando el tratamiento lo iba realizando correctamente un representante legal de salud mental la convenció que dejará ese lugar y que hiciera el tratamiento de forma ambulatoria por lo que finalmente dejó el centro de rehabilitación”.
Desde ese momento nunca más paró de consumir las peores drogas y hoy se encuentra en enorme fragilidad.
«Ella nos pidió durante la madrugada que cuidáramos a su bebé porque se quería ir a drogar y a tomar vino porque no podía seguir viviendo sin consumir”.
Esta situación se dio durante varias horas cuando comenzó a ponerse violenta agrediendo físicamente a su madre por no permitirle salir a la calle. «Quiero morirme, te lo pido por favor. No quiero seguir sufriendo. Ayudame mamá a morir. Ya estoy cansada de todo esto, la droga me puede y es más importante que mi hijo por lo que no puedo aceptarlo» gritaba.
«Me han salvado en varias sobredosis, pero ahora no quiero que me salven porque no tengo vida sólo quiero morirme».
Luego la madre llamó al Hospital Centenario para pedir la presencia de algún integrante de salud mental para que concurriera a la casa y de esta manera definir una internación, pero allí le expresaron que sólo podían mandar al médico clínico que estaba de guardia.
El profesional al llegar le aplicó un sedante inyectable minutos después que la joven había tomado pastillas de Clonazepam.
Frente a esta situación dramática la mamá radicó la denuncia en la comisaría octava pidiendo la urgente internación en un centro de rehabilitación para realizar un tratamiento efectivo para su problema de drogas. Mientras tanto retumba en las paredes el grito desesperado de «mamá ayudame a morir». Fuente: MaximaOn Line.