Malestar y preocupación en la Bolsa de Cereales y en la Cámara de Arroceros

El presidente de la Bolsa de Cereales, Néstor Luciani,  habló sobre las retenciones y el impacto de las mismas en el productor entrerriano. También lo hizo Federico Gadea de la Cámara de Industriales Arroceros. Hablaron de desfinanciamiento y de tasas de interés imposibles de tomar.

El titular de la Bolsa  indicó que la “sensación térmica se elevó  en el “sector productivo”, luego de los anuncios del presidente Macri de que se retomaba el camino de las retenciones.

Dijo que no “esperaban esta respuesta del gobierno”, teniendo en cuenta que el mismo Macri “aseguró que no íbamos a volver a las retenciones, algo que dábamos por hecho, pero nos equivocamos”.

Destacó que en la anterior campaña agrícola dos tercios de la producción se “perdieron por un clima adverso “, razón por la que el “chacarero está en una situación muy difícil”, y  “si bien sigue apostando a trabajar la tierra y el área (330.000 hectáreas) de trigo aumentó “, esta “medida cae muy mal en el productor”, debido a que “prometieron una y  mil veces que no iban a volver las retenciones”.  Dijo que “dadas las actuales circunstancias económicas que vive el país”, echaron mano al campo, volver a las retenciones para “tomar 4 pesos por dólar en lo que será una recaudación muy importante para las arcas gubernamentales”. Señaló que el “campo – como en el 2002-, está dispuesto a ayudar”, pero por otra parte “necesitamos que se incentive con una serie de medidas a un sector que es muy importante a la hora de motorizar la economía nacional y generar divisas genuinas”.

Expresó que, aunque no comparte las retenciones, al gobierno nacional no le quedaban “muchas posibilidades para comenzar a sofocar esta crisis”, y se mostró “esperanzado de que será algo transitorio como se anunció”. Por otro lado, dijo que se “espera, condiciones climáticas mediantes, una buena cosecha de trigo”. Es más, queda la sensación de que el estado nacional “apuesta a una buena producción en la cosecha fina”.  Remarcó que “todas las fichas están puestas en la próxima zafra que en caso de salir bien, le  permita, al chacarero,  saldar deudas con sus proveedores y las entidades financieras”.

 

La situación del productor entrerriano

Indicó que “las cooperativas, los acopios, son quienes están bancando en este duro momento al productor que está endeudado con quienes les  “suministran insumos y semillas para seguir en el surco”. Aclaró que cuando se refiere a deudas, lo hace por “lo adquirido en la campaña que ya finalizó y la demanda para la presente”. Recordó que “todos los insumos cotizan en dólares que con esta corrida cambiaria multiplicaron sus valores”.  Subrayó que en este momento es “totalmente inviable tomar crédito por las altas tasas de interés”, y los “bancos da la sensación de que no quieren prestar”.

 

El Dólar

Sobre el aumento vertiginoso de la moneda americana opinó que el  gobierno nacional  “minimizó el problema, y en vez de asumirlo y poner sobre la mesa todos los inconvenientes  que atravesaba el país no lo hizo”. Optó,  continúa por el “gradualismo y se equivocaron”. Acotó que se les vino “todo encima”, además se les “cortó el crédito externo”, razón por la cual tuvieron que recurrir al Fondo Monetario Internacional, y cuando las cosas no se dan el “mercado no perdona”.

En relación a comentarios que dan cuenta de que el “campo se beneficia con un dólar alto”, aseguró que “para nada es así, porque el productor no tiene soja, o un producto que pueda vender a ese precio. Es más, con la mala cosecha de la última campaña, lo poco que trilló, ya lo vendió y no precisamente a un dólar de $40, para paliar parte de las deudas contraídas a cosecha”, explicó.

Opinó, en relación a los CEO, que “manejar un estado, no es lo mismo que una empresa”, en relación a funcionarios que antes de asumir se  desempeñaban en “cargos ejecutivos de empresas nacionales e internacionales”.

 

El sector arrocero

Supo ser una de las economías regionales más importantes del país. Después entró en u n período de crisis para luego recuperarse y volver a caer.

Federico Gadea, de la Cámara de Industriales Arroceros de Argentina, indicó que “la vuelta de las retenciones “es un golpe duro” que genera preocupación entre los arroceros, en principio porque marca “una disparidad con respecto a los cultivos extensivos”, teniendo en cuenta  la importante inversión en dólares que tienen que hacer, donde se registra una significativa suba de costos”.
“Nunca pensamos volver al esquema de retenciones. Entendemos que si es una situación puntual y pasajera, estamos dispuestos a poner el hombro. Pero que sea por única vez y no queden instaladas”, advirtió.
Por otra parte, manifestó que el sector reclama que en el nuevo esquema de retenciones el arroz esté dentro de las producciones que pagarán derechos de exportación de tres pesos por dólar. Señaló que por error fue incluido dentro de los nomencladores de cuatro pesos para la producción primaria. “Es un producto elaborado, con valor agregado”, explicó.
Expresó  que si bien “el aumento de competitividad por el tipo de cambio mejora, hay otras condiciones. Básicamente, ahora hay que encarar una campaña nueva y requiere muchísimo dinero para producir”.
Concluyó diciendo: “Nosotros siempre pensamos que el tipo de cambio retrasado a nuestra actividad no le servía. Lamentablemente, pensamos que esto debería haber sido un plan que tendría que haber llegado en momentos que estábamos con capacidad financiera como para encarar una nueva campaña cara. Tampoco nuestra actividad estaba en una situación buena. Nos agarra tarde, con mucho endeudamiento en dólares”