En larga conversación telefónica, repasamos con Luis María Romero parte de su larga y rica trayectoria en TC del Litoral, desde los primeros pasos, cuando no imaginaba ser piloto, hasta el gran momento que atraviesa la categoría que en 2019 cantó los 40.
El tema casi exclusivo de la actualidad también fue motivo de sus palabras, alejado que estaba del mundo exterior, respetando las normas que indicaban por esos días. Debutante en 1987, Licho lleva ya 33 largos años en la categoría que tiene asiento en Gualeguaychú.
En este sitio digital reproducimos casi en su totalidad la nota que publicáramos en la edición 245 de ACELERANDO, abril de 2020.
LOS INICIOS
Arranqué en el 87/88, nunca corrí en Cafeteras, empecé en TC del Litoral. No tuve preparadores, solo en el 96 me ayudó Pechuga (Ramírez), fui manejándome yo.
Yo nunca me arrimé a un auto de carrera, no me gusta el automovilismo, en forma particular no voy. Yo empecé porque tenía el taller en Del Valle y Gualeguay y enfrente estaba Lito Rose, que arreglaba heladeras, trajeron un auto y me piden si los podía ayudar a ponerlo en marcha. Fui, y corrimos unas 5 carreras y el Ford no andaba. Conseguimos un Chevrolet, cuando estábamos para correr, Rose tuvo un problema y se fue de Gualeguaychú y quedamos con el auto y uno me dice porque no subís vos, fui a correr el coronación y antes de la final me rompe el parabrisas y corrí sin parabrisas. De ahí no paré nunca más.
TÍTULOS CON FORD Y CHEVROLET Y UNA LARGA LISTA DE ACOMPAÑANTES
7 campeonatos gané con Chevrolet y 2 con Ford, 2014 y 2015. Debo ser el que más acompañantes tuvo en el TC del Litoral: Hugo de la Concepción, Alesio Rambo, Carlos Campostrini, mi hijo José Luis, mi hija Silvina, Esteban Bellocchio antes de correr él, Yoni del Valle, Mario y Sebastián Vespa, Edgardo Vera. Con Silvina corrimos bastante tiempo, el que quería subir subía, era disfrutar lo que se disfruta a nivel zonal, ahora se mezcló lo zonal con lo profesional y eso endureció y alejó mucho las cosas, con el afán de quererlo mejorar lo opacaron y lo sacaron de ritmo, ahora es todo negociado.
EL FIN RECAUDADOR DE LAS LICENCIAS
El zonal es a pulmón, te piden la licencia médica y es un robo legalizado, que me digan ellos, en Entre Ríos ¿somos todos sanos? No hacen nada, el fin es recaudar, somos unos tontos. Si yo tendría un puesto, en mi provincia no entran, a mí no me beneficia que esté federado, vos para tener un seguro tenés que tener carnet, en este caso no es así, el seguro asegura el espectáculo y a vos, no te preguntan quién sos. El seguro es indispensable, si lo tengo, lo demás no me interesa, mientras tanto en ese ida y vuelta, ese despojo de plata es letal, es imprescindible disponer de esa plata para el auto.
Vas a las reuniones y escuchás siempre lo mismo. Si no cambiamos se va a ir agravando, nosotros mismos somos los culpables, ahora es todo digital y no es así, a veces me siento mal y no hago más cosas porque no me lo permite la conducta, se escapó de las manos. La sacada de copiloto fue un error, los copilotos se entusiasmaban y después corrían.
SOLO PARÉ UNA VEZ
En el 93 fue el primer campeonato, después del 98 al 2000 con padre e hijo Manzanares, Tony y Juan. Yo no paré nunca, solo cuando se corrió en Pueblo Belgrano que creía que era yo el que alejaba los autos, pero no era así, la categoría tuvo un bajón inmenso.
Rivales fueron surgiendo siempre, Martín Fiorotto fue un adversario difícil, revolucionó la categoría para bien, era inalcanzable hasta que le llegamos.
EN LA TIERRA, CARRERAS DE PILOTOS; EN EL ASFALTO, DE AUTOS
En los circuitos de afuera corrí en todos, y la primera carrera las gané a todas. Corrimos en Salvia, Concepción del Uruguay, Viale, Galarza, Rosario del Tala, La Clarita, Urdinarrain, en todos lados. La tierra te daba otro hándicap.
Era asombroso el auto del Tony, para ese momento la suspensión, el manejo, pero hacía una diferencia abismal. En Concepción tenía unas curvas y todo miraban el chasis, y yo antes de entrar en la principal y le doblaba antes, y soy un relojito, hago todas las vueltas igual.
Una vez en Viale estaba resbaloso, me voy afuera y aceleré el auto, después lo corrí por afuera y fue un paseo esa carrera. Ahora tenés el circuito, vos tenés el auto que dobla o frena y es una carrera de autos, no de pilotos, es como correr en un óvalo, no tenés mucho para hacer, si no tenés los medios no hacés nada, vos sos uno más que lleva el auto.
NO ES MOMENTO PARA DEJAR, NO TENGO PROBLEMAS DE SALUD.
Empecé a los 30 años y no voy a privarme de hacer algo que me hace bien y me gusta
Mi nieto que corra cuando yo deje, si quiere correr ahora que se arme un auto, yo empecé a los 30 años y no voy a privarme de hacer algo que me hace bien y me gusta. Él tiene tiempo en la vida para hacerlo, si ando haciendo boludeses y no puedo más, avísenme que no me doy cuenta, mientras pueda dar lucha… No es momento para dejar, no tengo problemas de salud.
ESTO VA A COSTAR PARA QUE VUELVA A FUNCIONAR
Tenemos en la rectificadora un Chevrolet, pero no tengo apuro, esto es una maquinaria que se paró, antes por más mal que funcionaba, estaba en marcha, esto va a costar para que vuelva a funcionar. Hoy hay que privilegiar la salud.
TODA LA VIDA TRABAJÉ
Yo fui un privilegiado de vivir lo que viví, a los 6 años vendía leche a caballo sin parar y nunca repetí, toda la vida trabajé. Pasar de no tener nada, solo un caballo, a tener una radio, luz, y entendés un montón de cosas. Escuchando a viejitos que dispararon de la guerra en barco te das cuenta que hoy vivimos lo mismo a otro nivel.
Los chicos de ahora van a aprender por la fuerza que la vida es otra cosa.
Cuando empezó a surgir, fui a Brasil y volví el 28 de enero, llegamos y sale el primer caso en China. Hablaban los infectólogos, los escuchabas y pensabas pobre gente, les tocó allá, y cuando querés acordar está acá. Yo en abril me iba a Europa, pero hubo gente que se fue y fue un error, ahora piden por favor que los repatrien. ¿Cómo traes un tipo que viene complicado?
Los problemas que tenemos nosotros es por los que han venido de allá, hay que luchar por eso.