Según el último informe del INDEC, publicado el 30 de septiembre, Concordia encabeza el registro con el 56,1% de pobres, posicionándose nuevamente como la ciudad más pobre del país, en relación a la cantidad de habitantes. En números reales, tiene 91 mil vecinos en situación de pobreza.
A la par de diferentes sectores que se manifestaron por las contundentes cifras, los sacerdotes de la ciudad de Concordia emitieron un comunicado que será leído en las misas de este fin de semana largo.
Titulado “La dignidad de nuestros hermanos clama al Cielo”, el clero concordiense asegura que estas cifras deben interpelar a todos los ciudadanos cristianos para “transitar los caminos que de una vez por todas nos haga salir de esta situación”.
Así también afirman: “Nos duele que en nuestra ciudad crezca la pobreza, el desempleo junto a la pérdida de la cultura del trabajo, el consumo de droga que destruye, y lo más preocupante el narcotráfico que silencia, corrompe y nos va volviendo cómplices”.
A continuación, el comunicado completo
La dignidad de nuestros hermanos clama al cielo
Queridos hermanos de la comunidad de Concordia:
Días atrás se hizo público el informe del INDEC en donde se da a conocer que nuevamente nuestra ciudad de Concordia aparece como la ciudad con mayor índice de pobreza de nuestro país en relación a la cantidad de habitantes. Este dato nos llama a una profunda reflexión como ciudadanos cristianos y nos debe interpelar a transitar los caminos que de una vez por todas nos haga salir de esta situación.
Hablar de pobreza no es solo tocar un tema de economía y política sino que implica mirar la dignidad toda de la persona y de todas las personas. Nos duele que en nuestra ciudad crezca la pobreza, el desempleo junto a la pérdida de la cultura del trabajo, el consumo de droga que destruye, y lo más preocupante el narcotráfico que silencia, corrompe y nos va volviendo cómplices, entre otras tantas consecuencias dolorosas que erosionan el desarrollo integral de las personas y toda convivencia social pacífica.
Ante esta situación miramos a Jesús que vuelve a decirnos como a Pedro «¿por qué dudas?” y juntos proclamamos: Concordia, ¡levántate y camina!
Ante esta realidad que nos interpela, somos convocados una vez más a trabajar por la dignidad de todos y cada uno de nuestros hermanos, en nuestros ámbitos de convivencia: familia, trabajo, barrio, escuela, instituciones, etc., evitando la indiferencia y el individualismo, porque “cuando priman intereses particulares sobre el bien común, o cuando el afán de dominio se impone por encima del diálogo y la justicia, se menoscaba la dignidad de las personas, e indefectiblemente crece la pobreza en sus diversas manifestaciones”.
Como nos dice el Papa Francisco: «estamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos… no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino encontrándonos y aportando lo propio de cada uno. Una invitación para trabajar por la cultura del encuentro, de manera simple como hizo Jesús: no sólo viendo sino mirando, no sólo oyendo sino escuchando, no sólo cruzándonos con las personas sino parándonos con ellas, no sólo diciendo «¡Qué pena! ¡Pobre gente!» sino dejándonos llevar por la compasión; para después acercarse, tocar y decir: “no llores” y dar al menos una gota de vida».
Aquí estamos como Iglesia “de puertas abiertas y en salida” que “acoge la vida como viene” y “sale al encuentro de la vida como está”. Juntos podemos hacer una Concordia que sea casa de todos y en donde todos vivan dignamente. EN JESUCRISTO SIEMPRE HAY VIDA Y ESPERANZA. Cuidemos entre todos toda vida de punta a punta, desde el niño por nacer hasta el anciano. Por eso invocamos a Dios – fuente de toda razón y justicia – por intercesión de Nuestra Señora del Lujan – Patrona de nuestra Patria – y San Antonio de Padua – Patrono de nuestra ciudad, para que su gracia nos fortalezca en la esperanza de que juntos podemos construir la Concordia que soñamos.
Los sacerdotes de la ciudad de Concordia
08 de octubre de 2021 – Año de San José