Los incendios en la Amazonia pueden afectar al trigo de la Argentina

Los incendios que afectan a la selva tropical en la cuenca del río Amazonas podrían impactar sobre el régimen de lluvias de Argentina.

“Según la cantidad de hectáreas afectadas y del tratamiento que se le dé a este tema (incendos), de acá en más, va a depender el clima en buena parte de Sudamérica“, destaca Jose Luis Aiello, Dr. en Ciencias Atmosféricas, en una entrevista con la Bolsa de Comercio de Rosario.

“El efecto (de los incendios) es real; muy probablemente se refleje en un menor transporte de humedad a través del viento norte en el periodo cálido de Argentina”, comenta.

Aiello explica que el efecto de disminución de lluvias por menor transporte de humedad puede afectar en el periodo que va de julio a noviembre al sur de Brasil, Paraguay Bolivia, Uruguay, y al norte y centro de Argentina.

“De continuar la magnitud de estos eventos, podrían afectar el transporte de humedad, lo cual sería negativo para el desarrollo de la campaña fina de Argentina. Podrían así generarse algunos pulsos secos o menores lluvias en los meses donde el trigo más necesita agua, o cuando se siembra el maíz y la soja en Argentina”.

Según el especialista, la explicación está en que en Argentina, en los meses de julio a noviembre, los mecanismos de formación de lluvias dependen de los ingresos de humedad junto a circulaciones dinámicas de la atmósfera.

“El ingreso de humedad en esa época se basa en la que proviene del Atlántico por viento del este o por el anticiclón permanente, en la aportada por los efectos del Pacifico Ecuatorial Central (NIÑO/NIÑA). Y la otra fuente de humedad es la que proviene del norte, donde actúa el efecto del Amazonas”.

“Tiene que quedar claro, la amenaza es real“, asegura. El viento norte en ese periodo, y sobre todo a partir de mediados de septiembre que es cuando más influencia tiene la circulación del Amazonas, puede transportar menos humedad según la extensión que terminen teniendo los incendios.

“El efecto del que estuvimos charlando puede terminar provocando algunos pulsos que no necesariamente provoquen sequía sino lluvias de menor intensidad”, agrega.