Lleva adelante una travesía «en solitario» por el río Paraná, con fines ecológicos

Alberto Andrián llegó a Paraná, en el marco de una travesía desde Ituzaingó (Corrientes), río abajo, hasta la localidad santafesina de Pueblo Esther. «Hay mucho por hacer en el Paraná, está muy abandonado», dijo.

El hombre ha estado en el río 28 días. Este lunes por la tarde llegó a Paraná, en su embarcación. Realiza una travesía en solitario, con fines ecológicos y de estudio de la fauna ictícola.

Andrián, en diálogo con el programa Buenas Noches, comenzó a relatar: «Paraná me dio la vida y me dio la profesión», dijo.

El hombre mencionó que «nací en Paraná, a los siete años me fui a vivir a Corrientes, volví a los 20 años, estudié para camarógrafo y eso me sirvió para desempeñarme luego en Corrientes. Vivo del oficio, hago un programa de televisión que se llama Zona Zafari, sale por América Sport. Esta es la cuarta travesía que hago, esta vez quise modificar la esencia de las tres primeras, haciéndola solo».

«La idea es levantarse temprano, a las seis de la mañana, desarmar el campamento y de ahí me largo a la deriva. La velocidad de la corriente es lo que determina hasta donde voy a llegar, hago más o menos 27 km por día. A las 5 de la tarde, si no tengo un pueblo cercano, levanto el anzuelo del agua y busco un lugar donde hacer campamento», contó.

Travesia por el Parana dos

A Pueblo Esther estima llegar el 5 de junio.
A su vez, resaltó: «Si hay algo que aprendí en 19 años de mi programa, haciendo travesías, es a respetar mucho la naturaleza. En estos 28 días, he establecido un diálogo con el río y con la naturaleza en general».

La piragua de Andrián está equipada un motor 4 HP, las dimensiones son 5,50 m y 1,45 de ancho, «tiene un buen estanco así que ahí va la carpa, bolsa de dormir, conservadora, grupo electrónico», agregó. A la piragua le coloca un toldo para cuando llovizna.

Dijo que «no se alimenta del río». Y al respecto, aseveró: «Compro enlatados. Soy un defensor de los peces, lo que pesco es para fines periodísticos y luego los devuelvo al río».

Ha hallado en su travesía, «mucha basura: cascos de motos, botellas, latas de cerveza. Hay mucho por hacer en este río, está muy abandonado», afirmó.

«En esta travesía estoy solo, por lo que siempre estoy hablando todo el tiempo conmigo mismo. Pero te das cuenta que con quien estás, es con Dios, que es el río, la naturaleza. Si lo lastimás, prepárate, lo estamos lastimando al río. Considero que el río es la cara visible de la naturaleza». Elonce.com.