Los 10 a 30 milímetros de la última siguen manteniendo excelentes reservas de humedad y “son oro en polvo para refertilizar el trigo”, sostienen los ingenieros del área.
Hace poco más de 10 días se terminó de sembrar la mayor área triguera en la región núcleo, se tratan de 1,7 millones de hectáreas, un 9% más que el año pasado. El trigo este año es un fenómeno, dice sin vueltas la Bolsa de Comercio de Rosario.
En Pergamino, por ejemplo, explican que muchos productores que no hacían trigo, en este año pasaron a sembrar un 30% de sus campos, y los que sí venían haciéndolo también sembraron más. Y el agua juega a favor de este ciclo 2019/20. Las lluvias de la última semana fueron fundamentales para completar las estadísticas pluviométricas mensuales: 10 a 30 milímetros que estuvieron a favor de la franja este y del sector norte.
Pero incluso los sectores con menos acumulados, cuentan con reservas en profundidad más importantes que el año pasado. En la región hay numerosos sectores con la napa a 75 cm del suelo.
Las lluvias también sirvieron para no dudar en aplicaciones de fertilizantes que estaban pendientes y reajustar con mayores dosis, cómo en Carlos Pellegrini o Cañada de Gómez dónde dicen que “estas lluvias son oro en polvo para el trigo”.
Son cada vez más numerosos los planteos que se fertilizan apuntando, “mínimo, a 50 quintales”, como en Pergamino. Las lluvias y las mayores temperaturas mejoraron la condición del cultivo. Ahora el 50 % de la región está en condiciones muy buenas a excelentes. Los cuadros han cambiado de aspecto, “relucen de verdes”, cuando el 93% ya está macollando.
Falta mucho por transitar, pero hay razones de peso para proyectar un rinde por encima de los 40 quintales y una producción de más de 7 millones de toneladas. La región tiene grandes chances de ser el nuevo bastión triguero que aporte la tercera parte del trigo argentino.