Las increíbles postales que dejó el eclipse total de Luna

El espectáculo astronómico pudo observarse a simple vista, sin ningún peligro.

El eclipse total de Luna más largo del siglo XXI tiñó de rojo el satélite de la Tierra este viernes, mientras que Marte, que se encontró casi en su punto más cercano al planeta azul, estuvo especialmente brillante.
«Hay entre cuatro y siete eclipses por año, pero no todos se ven desde todos los lugares. Este es el último del año y después hay que esperar al año que viene», había dicho el científico Guillermo Goldes a Cadena 3.

Además, indicó que en el país se vio la segunda parte, a partir de las 18.30 cuando salió la luna y el fenómeno avanzaba.
«Los eclipses se dan en dos temporadas distintas del año, separadas por seis meses y consisten en una alineación sobre una misma recta del Sol, la Tierrra y la Luna», explicó.

Eclipse 2

Respecto al fenómeno de este viernes en particular, Pascal Descamps, astrónomo del Instituto de Mecánica Celeste y Cálculo de Efemérides (IMCCE) del Observatorio de París declaró a la AFP que «es una coincidencia de fenómenos infrecuente e interesante».
«La Luna tendrá un tono rojizo, un poco cobrizo, y Marte, apodado el planeta rojo, estará a su lado muy brillante, con un tono ligeramente anaranjado», había explicado.
El doble espectáculo pudo observarse a simple vista, sin necesidad de protección como ocurre con los eclipses de Sol, con la salvedad de las nubes.

El eclipse, que corresponde al momento en que la Luna se sumerge en la sombra de la Tierra, pudo verse total o parcialmente en medio mundo: África, Europa, Asia y Australia. Pero es en el este y el sur de África, Oriente Medio e India donde mejor se apreciaba el espectáculo.

Visible en la costa oriental de América Latina
En América Latina el eclipse fue visible en la penumbra crepuscular en la costa oriental del continente, en Brasil, Uruguay y Argentina, aunque el invierno austral puede complicar la observación del fenómeno.
En Madrid, el ayuntamiento propuso a los habitantes de la capital disfrutar del espectáculo junto a un lago en el gran parque de Pradolongo, al sur de la ciudad, durante un evento amenizado con la actuación del artista español de música electrónica Pional.

Eclipse 3

Marte, el otro protagonista

Para que tenga lugar un eclipse de Luna se necesita una alineación casi perfecta entre el Sol, la Tierra y la Luna. Así, cuando nuestro planeta se encuentra entre la estrella y el satélite, proyecta su sombra sobre la Luna oscureciéndola.

La Luna llena entra poco a poco en la penumbra y después en la sombra para encontrarse totalmente a oscuras antes de salir progresivamente de dicha zona.
El fenómeno completo empezó a las 14:14 (hora argentina) y terminó a las 20:30 de nuestro país.
El momento más interesante del eclipse fue cuando la Luna se encontró completamente en el cono de sombra proyectado por la Tierra.
Esta fase, denominada fase de «totalidad», durará casi una hora y tres cuartos (103 minutos), lo que constituirá el eclipse de Luna más largo del siglo XXI. Este es el segundo eclipse total de Luna de 2018. El primero tuvo lugar el 31 de enero.
Privada de los rayos del Sol, la Luna no sólo se oscurece sino que toma un tinte color ladrillo: la atmósfera terrestre desvía los rayos rojos de la luz procedente del Sol hacia el interior del cono de sombra, que se reflejan así en la superficie de nuestro satélite natural.

El otro protagonista de la noche fue el planeta Marte, que debía situarse a 57,6 millones de kilómetros de la Tierra. Habrá que esperar hasta 2035 para volver a ver el «planeta rojo» tan cerca de nosotros.
El espectáculo astronómico pudo observarse a simple vista, sin ningún peligro. Pero los prismáticos, lentes y telescopios permitirán disfrutarlo aún más.

«Miniluna»

«Es una réplica del eclipse del 16 de julio del 2000, que duró 1 hora y 46 minutos, convirtiéndose en el eclipse de luna más largo del siglo XX [que terminó el 31 de diciembre del 2000]», señala Pascal Descamps.

La del viernes fue una «miniluna», ya que se encontró casi en el punto más alejado de la Tierra y dio la sensación de tener un tamaño menor. También por eso, le llevó más tiempo atravesar el cono de sombra.