Delfina y Mariano, una pareja de jóvenes profesionales patagónicos largaron todo, salieron de la rutina y el confort para vivir el sueño de viajar sólo con un destino final: Alaska. En su itinerario, de rutas e historias, apareció Concordia
En combi desde Bariloche, pasando por Ushuaia y Concordia, hasta Alaska.
Dicen estar más preocupados por ir “livianos”, atentos más a la “trama que al desenlace” y viajando pero sin escapar de nada para que la vida no se escape.
Delfina y Mariano – de 28 y 30 años, respectivamente – forman una pareja de jóvenes profesionales oriundos de Bariloche que hace 8 meses decidieron tomarse unas vacaciones “del sistema”. Pero “cuando decimos eso no es del sistema capitalista sino de otro sistema”, coinciden. Haciendo referencia más a lo que te dicen “o imponen como reglas o formas de vida”.
Vivir es viajar
“Delfina, mi novia, es odontóloga y yo soy ingeniero; ambos trabajábamos”, comenzó contando Mariano, en declaraciones radiales. Agregando que de golpe “nos cansamos un poco de la comodidad y salimos a vivir una aventura que queremos atesorarla para nuestras vidas”.
Subidos a una combi adaptada se largaron a los caminos pero reconocen que lo más difícil “es tomar la decisión y dejar todas las comodidades, como la de levantarse un lunes y saber adónde vas a trabajar”.
Para Mariano, “lo que más nos sorprendió es que a este estilo de vida lo pensamos más relajado y estamos viendo que es muy dinámico”, ya que “todos los días, te levantás y tenés que determinar qué vas a hacer para sobrevivir”. Es que, aclaró, “nosotros no viajamos con el dinero guardado, no tenemos una cuenta bancaria en Suiza o unos padres que nos depositen plata”.
Para costear su travesía debieron aprender y ejercer algunos saberes u oficios; desde “trabajos de herrería, atención al público o hasta instalar paneles solares”.
La trama
La pareja salió hace 8 meses de Bariloche, fueron hasta Mar del Plata y de ahí “bajaron” por la ruta “atlántica” hasta Ushuaia. Desde la ciudad más austral cruzaron a suelo chileno, reingresaron por Mendoza y atravesaron a lo ancho todo el país – pasando por Córdoba, Santa Fe – y llegaron hasta Concordia, donde están actualmente.
El desenlace
Desde aquí, el objetivo “es pasar a Uruguay y de ahí ya ponemos rumbo norte, uniendo Brasil, Colombia, Panamá y llegar a nuestro objetivo que es Alaska”, detalló Mariano.
Sin más plazos, urgencias o rutinas, el viajero patagónico reconoce que “probablemente haya otras cosas hermosas también”, pero su travesía actual, junto a su pareja, “no tiene comparación”.
“Te descubrís vos mismo en un montón de situaciones que yo creo que en la comodidad del día a día, sentados en un sillón, no las podríamos haber hecho”, valoró.
En redes
Para seguirles el paso, la pareja va registrando todo en redes sociales; sobre todo en Instangram. Allí, el viaje o la experiencia – acaso dos palabras para decir lo mismo – se puede buscar y seguir como “delmarenkombi”.
“Del por Delfina y Mar por Mariano”, aseveró. Y en “enkombi”, en obvia alusión al móvil especialmente equipado para ser de medio de transporte, casa itinerante, guarida, refugio y usina de anécdotas o historias que va dejando el camino.
Concordia
Por último, Mariano habló de sus impresiones sobre la ciudad. Si bien había llegado en 2012, con una escapada familiar, en esta oportunidad “es totalmente diferente porque disfruto de Concordia mucho más”.
“El contacto y la calidez de la gente, los lugares y el clima marcan la diferencia”, enumeró. Subrayando que Concordia es “una ciudad muy hermosa y se la ve muy pujante”.
Está claro que para ellos, como suelen repetir y replicar en sus redes, “viajar no es un lujo, es una necesidad”. Fuente: Nada que Perder – LT 15