Carolina Gaillard intentó hacer campaña a la vera de la Ruta 38, pero terminó tropezando con su propia historia. Señaló con el dedo a Frigerio y a Milei por la falta de inversión en infraestructura, aunque olvidó mencionar un detalle: la ruta destruida fue inaugurada en tiempos de su padrino político, Sergio Urribarri, y jamás fue reparada durante la gestión de Gustavo Bordet.
Lo que pretendía ser un golpe certero contra el actual gobernador se transformó en un boomerang político. Porque el estado calamitoso de la Ruta 38 no nació ayer ni bajo esta administración: es fruto de años de desidia, corrupción y promesas vacías de los gobiernos peronistas a los que Gaillard perteneció y aún responde.
La diputada eligió pararse sobre los baches, pero no pudo escapar de los cráteres de su propio pasado político.
“Esto parece la luna, pero son pozos en la ruta. Queremos saber qué va a hacer Frigerio con las rutas provinciales. No hay inversión ni mantenimiento, y tampoco lo vemos reclamarle a Milei un presupuesto para Entre Ríos”, señaló.
Críticas desde todos los frentes
Lejos de lograr el impacto esperado, el mensaje de Gaillard despertó reacciones adversas, incluso dentro de su propio espacio político. Referentes locales recordaron que la Ruta 38 fue construida durante la gestión del exgobernador Sergio Urribarri, padrino político de Gaillard, y que a los pocos meses presentaba un deterioro notorio.