Roberto Urquía, CEO de la Aceitera General Deheza (AGD), habló de la importancia de promover una reactivación económica a través del campo para generar divisas y que sirvan para el recupero de la economía en la pospandemia. Sostuvo que el gobierno nacional debe impulsar proyectos que tienten a los productores a producir en zonas alejadas de los puertos, reforzar la ley de alquileres (de tierras) y crear una de fertilizantes.
“El sector del campo va a participar de la reactivación económica en la pospandemia, especialmente en la Argentina, pero tiene que haber un plan de reactivación y no solo repetir lo que venimos haciendo año tras año porque el país va a necesitar más divisas y fuentes de trabajo. El mundo no ha dejado de comprar productos que la Argentina produce”, dijo en una charla virtual durante el evento de la Feria Industrial de Río Cuarto, Córdoba.
El ex senador brindó algunos tips para que el campo participe en la reactivación de la economía. “El gobierno tiene que facilitar ventajas para las personas que se tengan que instalar en lugares remotos. Políticas activas en ese sentido para que la gente se vea tentada a irse a los lugares más lejanos de las grandes urbes”, mencionó.
Según datos que mencionó el CEO de la compañía agroindustrial, el sector aporta el 7,5% del PBI de la Argentina. Además, de que hoy el país produce más de 140 millones de toneladas y el objetivo es llevar esa producción a las 200 millones de toneladas, pero para crecer, es importante que el Estado de algunas señales, fundamentalmente al interior del país, afirmó.
“Se tiene que aumentar la producción de cereales, oleaginosas y legumbres en 60 millones de toneladas. Eso seguramente va a dinamizar el interior y para crecer tenemos que anexar áreas lejanas a los puertos que no están demasiado pobladas”, señaló y ejemplificó: el noreste argentino, parte del centro de San Luis, norte de Río Negro, y el noroeste de La Pampa. “Ahí se va a producir más trabajo, oportunidades para la gente que nació y creció, para que se queden. El Gobierno debe pensar en objetivos diferenciales”, apuntó.
Siguiendo la misma línea, mencionó que es importante que haya una ley que incentive al productor a reponer los nutrientes que le saca a la tierra con el hecho de producir diversos productos. “Que haya una ley de fertilizantes porque cada barco que se va con una tonelada de soja, se lleva una parte de los nutrientes de la tierra y eso se debe reponer. Hubo proyectos en el Senado y se deben retomar”, manifestó. Según él, en su paso por el Senado, dejó un proyecto de fertilizantes que espera que se retome y mejore para poder tener una herramienta que pueda ayudar a crecer en la producción esperada dentro de los cinco años plazo.
De igual forma, hizo hincapié en que hay que fomentar los cultivos de cobertura para el cuidado de las tierras productivas y agregar tierras periurbanas como zonas de producción.
“La agricultura ha cambiado con las nuevas tecnologías. Toda esa maquinaria y aparatología, nos va a permitir agregar tierras para producir y llegar al total que esperamos. Se debe controlar el volumen de los agroquímicos que se usan para darle más sostenibilidad a la producción del campo a través de la aplicación selectiva que proponen las agtechs que están incursionando en el país”, propuso.
A la lista de puntos relevantes, le agregó la importancia de que haya una ley de semillas para aumentar los rindes y alcanzar la producción propuesta. “No podemos darnos el lujos de estar ausentes de todos los avances de la biogenética en el mundo. (Tenemos que tener) variedades resistentes a sequías que hacen que, al final de una campaña, la producción por hectárea mejore”, aseveró.
Según su perspectiva, si no se logra tener una buena ley, va a costar acceder a las nuevas variedades que en el mundo están rindiendo bien y que son resistentes a eventos que afectan a la producción.
Para Urquía, todo el esfuerzo que va a hacer la tierra para alcanzar las 200 millones de toneladas, se tiene que potenciar con una ley de alquileres de campos para que los productores puedan tratar la tierra que arriendan como si fuera propia. Eso, dijo, solo se logra favoreciendo al inquilino y arrendatario y es donde el Gobierno debe intervenir. Fuente: La Nación