Fue porque el maíz de primera “tuvo un escenario dominado por déficit hídricos”. La “heterogénea distribución de las lluvias provocó rendimientos dispares”, que oscilaron entre los 2.000 y 9.000 kilos por hectárea.
Un total de 1.993.980 toneladas de maíz de primera se cosecharon en Entre Ríos en la campaña 2020/21, 562.620 menos que en la temporada anterior, debido al déficit hídrico que afectó a la región en gran parte del 2020 y a las bajas precipitaciones en la provincia, informó hoy la Bolsa de Cereales entrerriana.
Si bien disminuyó la producción, creció un 3,6% (13.700 hectáreas) la superficie sembrada con este maíz y se ubicó en 396.500 hectáreas, de las cuales se cosecharon 388.100, y las restantes 8.400 fueron destinadas a consumo animal directo como grano húmedo o para la elaboración de silo de planta entera.
Se destaca que en el ciclo 2020/21 no se detectaron lotes perdidos por granizo.
Respecto al rendimiento promedio provincial, la Bolsa advirtió una caída interanual del 24% (1.658 kilos por hectárea), y se ubicó en 5.138 kilogramos por hectárea; también un 23% menor (1.519) que el promedio del último lustro.
La caída en la producción se debió principalmente a que el maíz de primera “tuvo un escenario dominado por déficit hídricos”.
También se registró una merma en las precipitaciones, que en noviembre fueron de 71 milímetros, 39% menor que el promedio histórico de ese mes (117 milímetros); y de 100 milímetros en diciembre, 30% menos (43) que el promedio histórico.
Por otra parte, la entidad bursátil explicó que la mayor concentración de maíz de primera se registró en la zona sur de Entre Ríos, en los departamentos Tala, Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú, que abarcaron el 41% (164.500 hectáreas) del área total cultivada; seguida por la zona oeste (145.900 hectáreas, el 37%).
La distribución de las lluvias hacia el centro y norte del territorio entrerriano “fue la causa” de que la zona norte (Federal, Feliciano, La Paz y Villaguay) alcanzara el rendimiento promedio más elevado con 6.483 kilos por hectárea, y la sur se ubicó con el mínimo (4.154).
En tanto, la “heterogénea distribución de las lluvias provocó rendimientos dispares”, que oscilaron entre los 2.000 y 9.000 kilos por hectárea.