En la mañana de este miércoles 25 de agosto se llevó a cabo en la Departamental de Policía San Salvador un homenaje a quienes ofrendaron su vida en cumplimiento del deber: hombres y mujeres que, en la larga cronología del martirologio institucional, conforman los valores, las bases y las raíces más profundas que sostienen nuestra la repartición de la Policía de Entre Ríos, destacó la Jefa de la Policía de nuestra ciudad.
De la ceremonia participaron los Jefes de Divisiones y familiares de los caídos, entre ellos la viuda y el hijo del Agente (f) Luis Alberto Vega, que perdiera la vida junto al agente Juan Carlos Ibarrola, en un accidente el 13 de febrero de 1995. También el P. Raúl Joannas, realizó una bendición, al tiempo que resaltó la labor de la Policía y sus integrantes.
En la oportunidad la jefa de la departamental San Salvador, comisario Miriam Cabello del Campo destacó que “pocas profesiones, la vocación está unida al deber y muchas veces su cumplimiento trae dolor y tragedia. El orgullo de ser Policía se muestra íntimamente relacionado con la aceptación de la muerte como posibilidad al ejercer la labor policial. Sólo el indolente está a salvo.
Nos obligamos a recordar y mantener presente la entrega de aquellos que ante el peligro priorizaron la acción. Encontremos en ellos la fuerza y el coraje para ser fieles a nuestra vocación de servicio; que Dios no nos permita abandonar los ideales que hemos jurado defender y nos conceda la gracia de dejar esta vida honrando nuestro uniforme, guiados y conducidos a su presencia por el Arcángel San Miguel”.
También mencionó que “nuestra responsabilidad como Policías velando por una sociedad ordenada, estuvo en manos de los que debía estar y cuando se los llamó a trabajar para ello dijeron presente hasta con su vida. Y junto con la eterna cortesía a la memoria de quienes murieron de pie en cumplimiento del deber, nuestra gratitud, admiración y reconocimiento se extiende a los seres queridos que los han acompañado siempre y son acreedores al mayor respeto y afecto, pues ellos conocieron sus anhelos, sus sueños, sus éxitos, sus desazones y saben, como nadie, cual fue el alto precio que pagaron por su noble virtud”.
Luego mencionó una frase del Dr. Marcos Paz: “Un Policía siempre debe ser:
prudente sin debilidad; firme y enérgico sin insolencia; cortés y amable sin bajeza.
Para inspirar confianza a los buenos e infundir celo a los malvados.”
A esta frase debió agregarse: “valiente y abnegado, para que el frío de una madrugada cualquiera, la muerte en cumplimiento del deber, sea su premio más transcendente”.
Pero no son “muertos comunes”, por su sacrificio ingresan en el pedestal de la gloria y honramos su memoria. Y aunque las historias de los rememorados a veces son conocidas sólo por los policías que tuvieron algún grado de cercanía con ellos, aunque no se los haya conocido, la evocación debe emocionar a todo aquel que pertenece a la Institución, por haber formado parte de las mismas filas, por haber portado el mismo uniforme, por escribir nuestra historia.
El caído es merecedor del recuerdo, la honra y el respeto de los vivos. A quienes fueron nuestros camaradas, este reconocimiento; a sus familias, eterna gratitud”, remarcó Cabello del Campo.
Acto seguido remarcó que “la Jefatura Departamental San Salvador se embandera hoy homenajeando a sus caídos:
Comisario Alfredo Lorenzo Martínez (19-09-1941),
Cabo Vitalino Leguiza (20-06-1943),
Agente Juan Carlos Ibarrola (13-02-1995) y
Agente Luis Alberto Vega (20-02-1995).
A los virtuosos que han sabido dejar su huella en el camino institucional: ¡Honor y Gloria!, finalizó diciendo la jefa Departamental de Policía.