Desde agosto pasado Rocío venía peleando por recuperar a su hijo, que el padre se lo había llevado a San Genaro (Santa Fe) donde vive, con la obligación de restituirlo a los 15 días, pero nunca más volvió.

Después de un sinfín de reclamos y manifestaciones públicas y ante la Justicia, sufriendo la burocracia del Estado, logró que su hijo vuelva a su casa en San Salvador.

En las últimas horas, la madre de Rocío y abuela del menor, manifestó su alegría y agradecimiento porque la lucha por recuperar a su nieto, no sin pasar por innumerables sufrimientos, tuvo un final feliz.

“Ustedes fueron gran parte de esta historia, mucha gente buena apoyándonos siempre.

Por eso hoy les quiero dar la muy buena noticia, mi nieto Gerónimo Blanco está de nuevo en San Salvador

No puedo más de tanta felicidad.

Después de tantas cosas que pase.

Con mi hija, dónde muchas puertas nos cerraron en la cara, dónde mucha gente hablo sin saber nada.

Muchas juzgaron a mi hija sin razón.

Dónde parte de la justicia nunca nos escuchó, pero gracias a Dios otra parte si escucho a mi hija, me escucho a mi. Desde el principio dije no tenemos nada que ocultar nada.

Y eso hoy se ve claramente es por eso que mi nieto hoy está acá en San Salvador de nuevo. Estoy eternamente agradecida al señor José Luis Bello, al juez de San Salvador y a todos los que si creyeron en mi hija y en mi”, remarcó Noe.

Finalmente dijo: “Ahora esto es solo un mal recuerdo, una pesadilla que por fin despertamos. Y a los medios de comunicación, muchísimas gracias”.

LA ODISEA QUE TUVIERON QUE PASAR

Una semana atrás habían viajado a Santa Fe con la esperanza de poder recuperar al menor, pero se vinieron con las manos vacías.

Si bien desde el Copnaf le pagaron un remis para que viaje a buscar a su hijo, acompañado por un escrito, no pudieron hacer nada porque tenía que haber viajado un representante del organismo de San Salvador, dijo Noe en las redes sociales.

Estuvieron a una cuadra de donde estaba el menor, y tuvieron que volverse con la angustia de falsas promesas. No obstante, la lucha siguió y hoy Gero está con su madre y su familia.