El tramo de la Autovía 18 que comienza en General Campos y llega hasta Jubileo, está cerca de habilitarse. Pero detrás de esta obra hay una historia conocida y un presente que no podemos dejar de lado.
En pocas palabras, lo que debe quedar en claro es que esta obra se ha pagado varias veces y debió estar habilitada en su totalidad en el 2015, en épocas de Cristina Fernández, pero la corrupción imposibilitó que la Autovía sea una realidad.
Después llegó el gobierno de Mauricio Macri, donde se hicieron algunos avances (mínimos) y los funcionarios de turno no mostraron interés en darle continuidad para finalizar la obra. Ni el propio Frigerio, que hoy recorre la provincia queriendo ser gobernador, le dio prioridad a la Autovía.
Tampoco los representantes locales tuvieron la fuerza ni la estatura política para moverle el piso a los burócratas de la capital.
Con la llegada de Fernández, apareció en escena Vialidad, cuyo titular en la provincia movió la obra para que avance y se pueda habilitar este tramo, sobre todo el cruce de vías de General Campos, emblemático, porque durante más de 6 años debimos padecer un pasaje muchas veces caótico por debajo del puente.
Ahora bien, en estos días, fieles a su costumbre, se volvió a poner en escena mediática la pronta habilitación de este tramo de la Autovía, a la que se invitó al presidente de la Nación. Se habla de su presencia en el lugar, que para muchos será un hecho histórico, en tanto para otros puede ser motivo de rechazo por los enredos en los que está sumiendo a nuestro país, en especial a varias actividades, con políticas erráticas.
Pero volviendo a la obra en sí, aún faltan completar varios detalles para poder pensar en su habilitación y mostrar una ruta renovada. Tampoco debemos olvidar que le falta una capa de asfalto, la que deseamos no se demore seis años o hasta que aparezcan los baches y se continúe con remiendos (como ya se tuvo que hacer en algunos sectores producto de la falta de tránsito).
Otro dato, no menor, es la demarcación que en este tramo se está realizando, y que deberá continuar en el trayecto desde General Campos hasta el cruce con la 14, donde en días de lluvia, como los que tuvimos esta semana, la ruta se hace sumamente peligrosa, en especial en horario nocturno.
Es nuestro deseo que esto se haga en estos días a la par de la marcación de la nueva traza, teniendo en cuenta que la empresa y las máquinas encargadas de esa tarea están en la zona. Al mismo tiempo, no hay que perder de vista el mantenimiento de esta vía, que seguramente en un plazo no muy extenso tendrá sus desniveles o huellas (esperemos que no sean pozos y baches como en la ruta 38) que en menor medida se pueden apreciar en el tramo que va desde Campos hasta el cruce con la 14.
Fernando Rodríguez – La Semana
