Hoy culminaron las jornadas para oír las declaraciones de todos los testigos y hasta el de la propia imputada que habló durante dos horas. Ahora comenzarán los alegatos de la querella y la defensa. La Fiscalía sostendrá el pedido de la pena máxima.
El caso que conmovió a gran parte del país y a todo Gualeguaychú comienza a llegar a su final. En la mañana de hoy, la Fiscalía pidió que se mantenga la prisión preventiva y que además la acusada de asesinar a Fernando Pastorizzo sea condenada a prisión perpetua por el crimen agravado por el vínculo y el uso de armas.
En tanto, el abogado Rubén Virué, -en representación de Silvia Mantegazza- también pidió la prisión perpetua y además solicitó que sea condenada por la alevosía. “Fernando esperaba el beso de despedida y en su lugar recibió un disparo”, expresó el letrado.
Además, solicitaron el falso testimonio para Inés Correa, la vecina de los Galarza quien aseguró que vio a Fernando salir con el arma y que escuchó gritos y discusiones entre los jóvenes. Asimismo, solicitaron investigar “por falsa pericia a la psicóloga Alicia Paday”, quien fue la profesional que sostuvo que la imputada tenía todos los rasgos de ser una víctima de violencia de género.
Las primeras declaraciones de Nahir:
“Tuve mi primera relación con él (Fernando) a los 16”, contó al Tribunal la única acusada por la muerte de Fernando Pastorizzo. Sobre la relación entre ellos, y en línea con la defensa, qu busca debilitar el vínculo entre ambos para que éste no sea un agravante de la penal, dijo que “nunca me planteó algo serio, yo hacía mi vida, cada uno por su lado”.
“Yo me seguía viendo con otro chicos. Nunca fue mi novio. Ninguno habló del tema. Nunca me presentó en su casa y yo tampoco”, aseguró en este sentido. Al tiempo que abonó la violencia de género planteada por sus abogados defensores: “Siempre terminaba lastimada y ni siquiera le daba importancia. Cuando se enojaba conmigo tiraba todo, gritaba mucho, no le importaba nada”, declaró la imputada, pero aseguró que no siempre fue así la relación: “el año pasado empeoraron las cosas”.
Sobre la trágica madrugada del 29 de diciembre del año pasado, Galarza volvió a insistir con la teoría de los disparos “accidentales” y sostuvo: “Nunca le deseé la muerte a nadie”.
La imputada quebró en llantos en varios tramos de su declaración e inclusive su defensa intentó interrumpir la misma, pero Galarza continuó. “Solo pensé en mi papá. Todos los días tengo la culpa de haberlo abandonado (a Fernando)”, porque “las cosas se podrían haber dado de otra forma”.
“Estaba desesperada, nunca pensé en pasar por una situación así”, declaró la joven.